The Assistant

TÍTULO ORIGINAL The Assistant

PRODUCCIÓN Estados Unidos – 2019

DURACIÓN 81 min.

DIRECCIÓN

GÉNEROS

PÚBLICOAdultos

ESTRENO26/02/2021

PLATAFORMAS

Hace tres años un escándalo sacudió la industria de Hollywood. Salieron a la luz los abusos que el todopoderoso productor Harvey Weinstein había perpetrado contra un buen número de mujeres, actrices casi todas ellas que buscaban abrirse una carrera profesional en el cine. El escándalo dio lugar al movimiento Me Too, un hito clave en la historia del feminismo más reciente.

Hay que decir que este escándalo tenía un punto de fariseísmo, porque si había algún secreto mal guardado en Hollywood eran las prácticas manipuladoras y abusivas de Weinstein.

The Assistant no es propiamente una película sobre el caso Weinstein y, al mismo tiempo, probablemente nunca se rodará nada tan cercano a este proceso. No hay nombres propios, ni siquiera el supuesto alter ego del productor aparece ni un solo segundo en la pantalla; pero sí se refleja bien ese clima viciado que rodea a un sistema corrupto, absolutamente materialista, que utiliza a las personas como objetos.

La cinta es gélida como un témpano, no hay ninguna concesión al morbo, ni al factor emotivo; no hay ni siquiera descripciones. Esto responde a la voluntad de la directora, Kitty Green, quien sostiene –y está en lo cierto– que, sobre este caso, lo hemos leído todo y no hay ninguna necesidad de detalles escabrosos.

Al final, el ritmo lento de la película, el tono objetivo y la eficacia narrativa de una atmósfera venenosa, que mutila sin hacer ruido y que se propaga con el consentimiento de quien mira para otro lado y de quien tolera por esperar algo a cambio, son las grandes bazas de una película que sabe entrar a fondo, sin agredir ni aleccionar ni insultar al espectador, en un tema desagradable.

La otra baza es la interpretación de Julia Garner. Sin apenas diálogos, con un trabajo magnífico de expresividad contenida, refleja el elemento menos conocido de la historia, quizás por ser menos glamuroso, aunque no menos importante. Al final –y estoy tratando de evitar el spoiler–, el pacto con la verdad es personal, pero la soledad, el aislamiento y la necesidad funcionan como potentes disolventes de los comportamientos éticos, incluso en las personas más sólidas. Una película para pensar…

Ana Sánchez de la Nieta
@AnaSanchezNieta

 

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