Harvey Weinstein, en la gala Time 100 de 2010 (CC: David Shankbone) El caso de Harvey Weinstein está siendo un blockbuster en la taquilla mediática, tal vez porque se trata de un personaje no solo poderoso en la industria cinematográfica sino también abogado de las causas progresistas. Y en ese Hollywood que en la pantalla ha enarbolado las banderas feministas es particularmente escandaloso que uno de los productores más influyentes se comporte en la vida real como un depredador
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