Juegos secretos (Little Children)

Juegos secretos Little Children

TÍTULO ORIGINAL Little Children

DIRECCIÓN

GÉNEROS

Little ChildrenDirector: Todd Field. Guión: Tom Perrotta, Todd Field. Intérpretes: Kate Winslet, Patrick Wilson, Jennifer Connelly, Gregg Edelman, Noah Emmerich, Jackie Earle Haley. 130 min. Desaconsejable. (VXD)

Segunda película del director, guionista y actor californiano de 43 años Todd Field. «Juegos secretos» es un melodrama que sigue la pauta -en el tema, el tratamiento, el desarrollo y la resolución- de su ópera prima estrenada en 2001, «En la habitación»: familias aparentemente normales en un entorno normal de clase media que se ven sacudidas por durísimos acontecimientos que revelarán el verdadero rostro de unos personajes aparentemente plácidos pero realmente torturados.

Ya se ve que Field no tiene ideas propias (en lo que a guiones de películas se refiere) y por eso ha vuelto a buscar una historia ajena (en este caso, una novela de Tom Perrotta) que reúna el suficiente nivel de morbosidad escabrosa. Y es que basta una brevísima sinopsis para caer en la cuenta de las triquiñuelas pirotécnicas de una película inverosímil y tremendamente cínica que da vueltas y revueltas durante unos abrumadores 130 minutos, con abundantes raciones de sexo, en su mayor parte enfermizo y truculento. Sinopsis decíamos: mujer joven y hermosa e inteligente, madre de una niña, insatisfecha con marido imbécil y pornógrafo que la tiene olvidada. Hombre joven y hermoso, corto como las mangas de un chaleco, padre de un niño, insatisfecho con guapísima mujer documentalista fría como un témpano. Adulterio a la vista, con piscina y parque infantil de fondo en una urbanización «wasp». Pero eso es poco, debieron de pensar Perrotta y Field: metamos a un exhibicionista en libertad vigilada paseándose por el barrio y a un policía desquiciado y a unas madres de familia estúpidas y reprimidas que hagan de decorado justificador….

Por supuesto que el cine puede y debe abordar situaciones traumáticas pero hay formas y maneras. Las de «Juegos secretos» son verdaderamente lamentables por su frivolidad. Como se comprenderá, la candidatura al Oscar de Kate Winslet y de Jackie Earle Haley provoca esa perplejidad de la que habla Juan Orellana en su reciente artículo «Familia disfuncional busca Oscar» (Aceprensa 14/07).

Alberto Fijo

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