Un edificio moderno y lujoso en un barrio acomodado de Buenos Aires. El principal protagonista de este microcosmos es Eliseo, el conserje o encargado, quien vive en una casita sencilla sobre la extensa terraza del edificio. Cuando algunos propietarios presentan un proyecto para aprovechar ese espacio de manera diferente, no solo está en juego la casita de Eliseo, sino también el empleo que ha desempeñado durante 30 años.
Los creadores de la serie, Mariano Cohn y Gastón Duprat (Competencia oficial, Nada), apuestan por un ritmo ágil mediante episodios breves de media hora y golpes de humor eficaces. La serie adolece de cierto carácter episódico, con personajes que aparecen y desaparecen, sin ajustarse siempre a la lógica del guion, que, por lo demás, se centra absolutamente en la figura del conserje. Guillermo Francella (El robo del siglo, El secreto de sus ojos) lo encarna con notable versatilidad y ambigüedad moral.
Además de lograr un equilibrio efectivo entre las justas dosis de humor y los elementos dramáticos, la serie destaca por el excepcional uso de diálogos, especialmente entre Eliseo y su principal antagonista, el presidente de la comunidad de propietarios. Las bromas de doble sentido, las miradas penetrantes y los silencios elocuentes contribuyen a la intriga.
El encargado también sobresale por su fotografía brillante, con colores saturados, una dirección de cámara que saca provecho del reducido escenario y una notable banda sonora que añade un toque de misterio al conjunto.
