El coche de pedales

Director: Ramón Barea. Guión: Ramón Barea y Felipe Loza. Intérpretes: Álex Angulo, Rosana Pastor, Pablo Gómez, María Pastor, Mikel Losada. 94 min. Jóvenes.

DIRECCIÓN

GÉNEROS

El segundo largometraje del actor y escritor vasco Ramón Barea (Pecata minuta) recrea la infancia de su autor y, por añadidura, la de millones de niños en los años 50 del siglo XX.

Semana Santa de 1959. Pablito, un niño de nueve años, desea un coche de pedales que ha visto en un escaparate cerca de su casa; pero no lo puede conseguir ya que su familia es pobre o, más bien, de clase media, como dice su madre. Mientras intenta conseguir el dinero para comprar el preciado juguete, Pablito mostrará sus dos familias: la paterna, pobres revolucionarios víctimas de la victoria de Franco; y la materna, acomodada, influyente y franquista. Trazará así un retrato robot de la España de aquella época.

El coche de pedales recuerda por su planteamiento a El florido Pensil. Ambas cintas quieren recordar la vida cotidiana de la España profunda de aquellos años. La comparación es favorable a la película de Ramón Barea, que es siempre amable y que, además, tiene el valor de presentar a la actual generación como fruto positivo de una mezcla de «las dos Españas». Con todo, cae en los tópicos políticos de rigor, y la familia del padre es presentada como amable y simpática mientras que la de la madre es egoísta, triste y antipática. La cinta avanza con alegría cuando entra en el mundo familiar y de fantasía del niño, y se estanca en cuanto sale de esos límites.

Fernando Gil-Delgado

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