Nick Brewer (Adrian Grenier) es un padre de familia que parece feliz a pesar del imprevisto enfado en público que acaba de tener con su hermana Pia (Zoe Kazan). Nada hace presagiar que en unas horas va a ser secuestrado y amenazado de muerte en un juego virtual.
La trayectoria de Tony Ayres como creador de series está avalada por títulos como The Slap (2011), y muy en especial con Desplazados, ficción australiana de distribución internacional con el patrocinio e interpretación de Cate Blanchett. Clickbait parece más decidida a captar la atención del espectador jugando con las expectativas sin dejar de ofrecer un retrato interiorizado de los personajes. Los tres primeros capítulos dejan abiertas muchas vías de investigación, dejando para la mitad de temporada un episodio de saturación dramática en el que todos los protagonistas parecen ser profesionales del engaño. Este momento de crisis de la serie es puntual pero muy peligroso, ya que todo indica que los creadores han optado decididamente por la telenovela policíaca.
Los guionistas saben maniobrar a tiempo y procuran volver a enfocar las tramas secundarias hacía el argumento central. Y es que la decisión de cambiar de punto de vista en cada capítulo era un riesgo muy atrevido que exigía mucho talento para no perderse en la dispersión (algo que sucedía en Desplazados).
El reparto de la serie aporta un registro dramático muy necesario que compensa las dificultades del guión. El australiano Phoenix Raei, en el, papel del detective de origen árabe Roshan Amiri, adquiere un protagonismo que no se limita a perseguir pistas. Sus diálogos con los familiares de las víctimas hacen que la historia supere un tono efectista y artificial. También la empatía entre los personajes de Zoe Kazan (La conjura contra América) y Betty Gabriel (Defender a Jacob), que interpretan a la hermana y a la esposa del secuestrado, favorecen la conexión emotiva con el espectador.
