Almas en pena de Inisherin

Almas en pena de Inisherin

TÍTULO ORIGINAL The Banshees of Inisherin

PRODUCCIÓN Reino Unido - 2022

DURACIÓN 114 min.

DIRECCIÓN

GÉNEROS

PÚBLICOJóvenes-adultos

CLASIFICACIÓNViolencia

ESTRENO03/02/2023

Martin McDonagh (Londres 1970) dirige y escribe su cuarto largometraje. No es casual que repita con la pareja de actores irlandeses que ya protagonizaron su ópera prima, Escondidos en Brujas. Así lo ha manifestado el propio McDonagh, señalando que la idea nació en primer lugar de querer trabajar de nuevo con ellos para que encarnasen la historia de una amistad que se quiebra en un lugar sencillo. McDonagh añade que estos dos actores son capaces de elevar lo que escribe a otra dimensión de excelencia trágica. Es muy cierto.

Almas en pena de Inisherin tiene todos los componentes que se aprecian en las tres películas anteriores de McDonagh: personajes muy bien construidos marcados por el hastío vital y con una tozudez delirante que cabalgan historias tristes salpicadas de un humor negro y bizarro con un conflicto que se va enconando. Si recuerdan el oscarizado guion de Tres anuncios en las afueras y el de Siete psicópatas, percibirán estos ingredientes.

En la pequeña isla irlandesa de Inisherin, Pádraic y Colm son dos amigos solteros de toda la vida: diariamente comparten unas pintas de cerveza en el pub local al terminar sus tareas en las pequeñas granjas lindantes que poseen. De pronto, y sin motivo aparente, Colm le dice a Pádraic que no vuelva a dirigirle la palabra y que su amistad ha terminado. Pádraic no puede asumirlo… Colm se empecina y amenaza a Pádraic con hacerse daño a sí mismo si insiste en hablarle…

La película, oscura y desesperanzada como las anteriores, tiene un peso dramático poderoso en su parábola intensamente arraigada en el mito ancestral de las banshees irlandesas, unas ancianas agoreras. Más allá de las peripecias de la trama (en ocasiones, funciona regular), plantea lo absurdo de la condición humana en línea con la tradición del teatro existencialista del norte de Europa. La fotografía, la música, la puesta en escena son brillantes en su sencillez. Los actores son maravillosos y hay situaciones divertidas, especialmente las propiciadas por Siobhán, la hermana de Pádraic, que interpreta Kerry Condon con enorme talento y una simetría evidente con la Mary Kate Danagher de El hombre tranquilo de Ford. También hay referencias a la presencia del catolicismo, graciosas e inteligentes.

La película es la gran favorita de los Oscar. No sería ninguna sorpresa que ganara bastantes. Su principal rival es Todo a la vez en todas partes, que ha encantado a algunos críticos y académicos. Otros hemos logrado verla completa tras abandonarla cinco o seis veces por su agotador tono enfático.

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