La Casa de Nariño, el Palacio Presidencial de Colombia, en Bogotá (CC Miguel Olaya)
(Actualizado el 30-05-2022)
Barranquilla.— Luego de casi dos meses de las elecciones legislativas de Colombia, el 29 de mayo se llevará a cabo la primera vuelta de las presidenciales. Una contienda que le presentará al pueblo siete opciones para elegir quién será su próximo presidente. Por primera vez en la historia de Colombia, un candidato de izquierda está realmente cerca de llegar a la Casa de Nariño, generando tensión en sectores empresariales que perciben en Petro la llegada de un modelo de gobierno antisistema.
Con una participación de 18 millones de personas, el 46% del censo electoral del país, en marzo pasado se eligieron los miembros del Senado y de la Cámara de Representantes para los próximos cuatro años. Una de las sorpresas de estas elecciones fue el gran número de votos y de escaños que obtuvo el Pacto Histórico, la coalición de izquierda por la cual resultó elegido como candidato presidencial Gustavo Petro. En total, los partidos alternativos y de oposición lograron 38 curules en el Senado y 45 en Cámara; sin embargo, los partidos tradicionales siguen siendo mayoría con 69 y 88 escaños, respectivamente.
El Congreso del futuro presidente
En cuanto a los partidos tradicionales, el Conservador y el Liberal fueron respectivamente segundo y tercero. El partido del gobierno actual, Centro Democrático, quedó quinto, detrás del Partido Alianza Verde. A pesar de que el Pacto Histórico (movimiento político de izquierda creado por Gustavo Petro para las actuales elecciones) fue el más votado en el Senado y el segundo más votado en la Cámara, y pese a un evidente crecimiento electoral de las fuerzas políticas de centro y centro izquierda, la derecha y la centro derecha siguen siendo mayoría en el Congreso.
Sin embargo, la legislación colombiana permite que los partidos se declaren neutrales o en oposición una vez se conozca el líder del nuevo gobierno; esto augura que las alianzas serán clave para generar las mayorías necesarias a la hora de aprobar las leyes que se presenten, a la vez que se garantice la gobernabilidad. Igualmente, se vislumbra una oposición extrema, pues el tono de la campaña ha fomentado la polarización en el país.
Las fórmulas vicepresidenciales de Petro y Gutiérrez buscan fortalecer el mensaje de cada candidatura: una mujer afroactivista y el hijo de una víctima de los carteles de la droga
Lo que marcan las encuestas
Desde el inicio de campaña, las diferentes encuestas han mostrado una ventaja del candidato de izquierda Gustavo Petro (con una intención de voto cercana al 50%), seguido por el candidato de derecha, Federico Gutiérrez (en torno al 30%). El siguiente lugar lo han disputado el candidato de centro, Sergio Fajardo –en su tercer intento por llegar a la presidencia–, y el reconocido por su estilo “trumpista”, Rodolfo Hernández, que ha ido subiendo hasta adelantar a Fajardo. Hernández podría dar incluso la sorpresa, pues el sondeo más reciente, del prestigioso Centro Nacional de Consultoría, lo sitúa muy cerca Gutiérrez, con el 19,1%, frente al 20,8% de este. Petro, por su parte, ha bajado pero sigue el primero con el 35,8%.
Otras candidaturas, como la de la francocolombiana Ingrid Betancourt o la del abogado Enrique Gómez, se sitúan en las partes más bajas de los sondeos, con alrededor de un 5% de intención de voto.
[Actualización 30-05-2022:] Realizado el escrutinio, se ha producido en efecto la sorpresa: Rodolfo Hernández pasa a la segunda vuelta, al quedar segundo, con el 28% de los votos, tras Gustavo Petro, que ha obtenido el 40%. Federico Gutiérrez, que hasta las últimas encuestas era favorito para disputar la presidencia a Petro, ha quedado en tercer lugar con el 24%. La participación ha sido del 55%. Más detalles en este video:
Los favoritos y sus apoyos
Gustavo Petro Urrego, de formación economista, exguerrillero del M19 (organización desmovilizada en 1990), ha aspirado a la presidencia en dos ocasiones anteriores: en el 2010, cuando se presentó por el partido de centro izquierda Polo Democrático Alternativo y obtuvo 1,3 millones de votos, no pasando a segunda vuelta; en el 2018, cuando se enfrentó en segunda vuelta al actual presidente Iván Duque, quedando en segundo lugar con 8 millones de votos. En su trayectoria política destacan su paso por la alcaldía de Bogotá entre el 2012 y el 2015. Además, fue senador de la República en los períodos 2006-2009 y 2018- 2022, en este último caso porque los Acuerdos de Paz ofrecen un escaño al perdedor en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
Su rival Federico Gutiérrez, ingeniero civil de profesión, viene de ser alcalde de Medellín en el periodo 2015-2019; también fue concejal de esta misma ciudad entre los años 2004 y 2012. Cuenta en su hoja de vida con experiencia como consultor en asuntos de seguridad para diferentes ciudades de América Latina.
Las fórmulas vicepresidenciales de ambos buscan fortalecer el mensaje de cada candidatura. Francia Márquez, mujer afrodescendiente del departamento del Cauca, es la fórmula de Petro. La de Gutiérrez es el médico cirujano Rodrigo Lara Sánchez, hijo del ministro homónimo asesinado en 1986 por orden de Pablo Escobar; entre el 2016 y 2019 fue alcalde de Neiva, una ciudad de tamaño medio, ubicada en el departamento del Huila.
En cuanto a sus apoyos, la campaña de Gustavo Petro ha contado con adhesiones de partidos tradicionales de centro y centro izquierda, como el Polo Democrático, la Unión Patriótica, el Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS) y el partido Comunes, de la desmovilizada guerrilla de las FARC. También tiene el apoyo de políticos cuestionados como Piedad Córdoba, conocida por tener vínculos directos probados con la guerrilla de las FARC.
Mientras Gustavo Petro quiere subir los aranceles y los impuestos a las empresas, Federico Gutiérrez se centra en el crecimiento económico y en la seguridad
Los apoyos de Federico Gutiérrez provienen en su mayoría de los demás candidatos que se midieron con él en la consulta del mes de marzo, así como de partidos como el del actual presidente, Centro Democrático, y los de los expresidentes César Gaviria y Andrés Pastrana, Liberal y Conservador. Igualmente le apoyan empresarios, sectores de clase media y personas que no quieren un cambio radical de modelo de gobierno y que encuentran en él garantías, de estabilidad y defensa de libertades individuales, que son, además, sus banderas de campaña. Asimismo, se ha convertido en el candidato que representa una especie de continuidad del actual gobierno, pues reconocidos miembros del partido oficialista, el Centro Democrático, han expresado, de forma directa o indirecta, que apoyan su candidatura (desde el expresidente Álvaro Uribe hasta sus más reconocidos defensores en el debate público).
Protestas, suspensiones y paro armado
Durante el año 2021, Colombia estuvo inmersa en una serie de protestas que comenzaron con unas declaraciones del entonces ministro de Economía, Alberto Carrasquilla, en las que mostraba desconocer el precio de productos de la canasta básica familiar, a la vez que intentaba imponer una nueva reforma tributaria. Estas declaraciones, combinadas con un descontento por el manejo de la pandemia, generaron movilizaciones que iniciaron el 28 de abril y se extendieron por casi dos meses. La mayoría de las personas que acudían a la calle eran jóvenes convencidos de que el gobierno no tenía la capacidad de ofrecerles un mejor futuro.
Por otra parte, dentro de las leyes colombianas se contemplan dos prohibiciones en periodo electoral: una, la llamada “Ley de garantías”, que suspende la contratación estatal cinco meses antes de las elecciones; y otra, para que los funcionarios públicos –especialmente alcaldes, gobernadores y presidente– no respalden ninguna campaña ni candidato. Por violar la segunda ley, Daniel Quintero, alcalde de Medellín (entre otros) fue suspendido por la Procuraduría General de la Nación, a causa de un video donde declaraba de forma implícita, pero evidente, su apoyo al candidato Gustavo Petro.
Adicionalmente, el país se ha vuelto inmerso en un ambiente de inseguridad y tensión social, a raíz de la extradición del jefe del denominado “Clan del Golfo” (grupo armado narcoparamilitar), ordenada por el gobierno nacional. En represalia, este grupo decretó un “paro armado” que afectó por cinco días a muchos departamentos del país, creando un clima de temor en las poblaciones afectadas y en las carreteras. Dicho levantamiento influyó también en el clima político, pues aumentó las presiones al presidente Iván Duque para que garantizase la seguridad nacional, y además los candidatos presidenciales han recibido amenazas anónimas a su integridad y su vida.
¿Qué esperar en la primera vuelta?
A pocos días de los comicios, el país se debate entre dos opciones. Una, representada por Federico Gutiérrez, que tiene como bandera la seguridad, la estabilidad y la lucha contra la corrupción, con estrategias que buscan aumentar la capacidad operativa de la fuerza pública y un castigo mayor para los delitos cometidos por funcionarios públicos; al igual que una serie de programas enfocados al crecimiento económico, la creación de empleo y la reducción de la desigualdad.
Por otro lado está Gustavo Petro, que le apuesta a unas reformas económicas basadas en subir los impuestos a las grandes empresas y a las grandes tierras improductivas, así como a un modelo menos dependiente de la explotación de recursos naturales y un aumento de los aranceles de importación para los productos agrarios.
Quedan también interrogantes sobre el futuro de los Acuerdos de Paz, la reactivación de las relaciones con Venezuela y la política exterior del país frente a los aliados en América y Europa; todo bajo un panorama que se ha caracterizado por la polarización y las votaciones divididas, y en un país donde solo un presidente ha sido electo en primera vuelta, Álvaro Uribe en el 2002 y el 2006.