Samantha Bee

Una escritora en trámite de divorcio y un refugiado sij que le enseña a conducir dan pie a situaciones sugestivas y diálogos chispeantes, más algunas reflexiones sobre las cosas importantes de la vida.
Un slapstick repetitivo y sin gracia.
La comedia empieza con un buen planteamiento pero a la media hora la historia se empantana y el tono se hace vulgar.
El Woody Allen de siempre. Buen contador de historias, ingenioso en algunos recursos, divertido... pero también cínico y desesperanzado, a vueltas con el amor y el desamor, la felicidad y la desdicha, el sentido de la vida y la religión.

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