Película coral, con muchas tramas amorosas, pero con un tono menos cínico que otras veces, aunque tremendamente irónico, hedonista e incidentalmente soez.
Benigni se acerca al Holocausto con la mirada mágica de las grandes comedias, que hace posible el milagro de encontrar bondad, ternura, audacia, trascendencia, poesía, amor, carcajadas... hasta en el mismo infierno.