Lucas Till

La tercera entrega de los X-Men en su versión “joven” es un film entretenido, sin más: la acumulación de superhéroes dándose de bofetadas siempre es resultona.
Una entrega vistosa y divertida como las anteriores, pero con un argumento más flojo.
Esta película de terror, con una historia morbosa de seducción, es muy superior a la media, pero se estropea porque rompe pronto el suspense.
Resulta muy entretenida esta precuela de la saga de superhéroes iniciada en 2000 por Bryan Singer.
La película no es especialmente original en el tema pero tiene interés su punto de vista.

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