Las casi tres horas de cine más rápidas que pueda uno ver en pantalla y un Tom Cruise en plena forma construyen una de las mejores películas de acción de todos los tiempos.
La directora de “Quiero ser como Beckham” y “Bodas y prejuicios” recupera los temas recurrentes de su filmografía con la música de Bruce Springsteen como pretexto.
Gran remate de “Infinity War”, las tres horas de duración permiten alternar historias personales y gran épica, cerrar muchos relatos y dejar la puerta abierta a otros nuevos.