Polanski recrea con todo lujo de detalles en la ambientación el caso Dreyfus, y lanza un alegato contra el antisemitismo y la manipulación de los medios.
Dos excombatientes de la Gran Guerra sobreviven malamente a la desmovilización e idean una gran estafa, no sólo por conseguir dinero, sino para vengarse de una sociedad injusta y cruel.
Con los problemas de un adolescente al que su madre trata como si fuera una chica, el director y guionista arma una comedia inteligente, con situaciones que bordean el límite.