El fragmento de papiro que menciona a Jesús diciendo “mi esposa” tiene tan pocas líneas que no admite interpretación segura y, en cualquier caso, no prueba nada sobre hechos históricos, como advierte la misma descubridora.
En Jesús de Nazaret, Joseph Ratzinger ofrece este libro como expresión de su “búsqueda personal del rostro del Señor”, con el deseo de acercarlo al hombre y a la mujer de hoy.