Una macroencuesta avala lo que llevan años diciendo otros estudios: que el matrimonio tiende a deparar una vida familiar más satisfactoria que las uniones de hecho.
En las familias no encabezadas por matrimonios, la ausencia de perspectivas a largo plazo y el factor económico condicionan negativamente esa inversión.
El matrimonio no es derivación de una buena educación y unos buenos ingresos: la ecuación es al revés, afirma el director de Investigación de la Marriage Foundation UK, Harry Benson.
Un estudio realizado en el Reino Unido muestra que el crecer como hijos de padres casados o no casados tiene perdurables efectos divergentes en términos económicos y de bienestar.
Una investigación publicada por el Institute for Family Studies revela que la composición del entorno familiar influye considerablemente en el rendimiento de los niños en la escuela.
La estabilidad de los niños nacidos en hogares formados a partir de uniones de hecho es, según dos centros de investigación, menor que la que experimentan los de padres casados.
The Marriage Foundation, un “think tank” británico creado por jueces de familia, recuerda que las parejas de hecho son más frágiles que los matrimonios.
En Francia, por un lado, bajan las bodas y suben los “pacs”. Por otro, la secretaria de Estado para la Familia quiere reforzar la preparación al matrimonio civil.