La noticia fue reproducida rápidamente por los medios el pasado 27 de abril: una mujer había sido detenida en Santander tras haber pegado un cachete y zarandeado a su hija de 10 años. La chica había salido del colegio y se había retrasado dos horas en llegar a casa, lo que motivó la alarma de la madre y su airada reacción. Un vecino llamó a la policía y la mujer terminó en comisaría. Si la oficina policial, en vez de
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