Francia debate un delito para frenar los bulos en Internet

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Francia debate un delito para frenar los bulos en Internet

Un comité francés de expertos propone sancionar al responsable de la difusión de informaciones falsas en Internet mediante la tipificación de un nuevo delito, siempre que se actúe de mala fe y lleve aparejadas consecuencias negativas. La medida es una de las varias recomendaciones del Informe Bronner, conocido así por el nombre del sociólogo que lo preside, y que ha sido presentada recientemente al gobierno de ese país.

Junto a la posible sanción –más o menos grave, según el perjuicio causado y la audiencia y popularidad digital de su autor–, la comisión propone también reestructurar algunas subvenciones a la prensa existentes en el país que están permitiendo la supervivencia de sitios de Internet que de otro modo ya habrían desaparecido. Sin citarlo expresamente, el informe señala al diario France Soir, que se beneficia de un tipo de IVA reducido pese a haberse convertido en lugar de desinformación tras un cambio de propietarios en 2019.

El Informe Bronner, titulado “La luz sobre Internet”, aconseja también una modificación menor de la ley de prensa francesa (1881), que encuadra la libertad de expresión, para que determinadas asociaciones ciudadanas –debidamente reconocidas por la regulación comunitaria– puedan recurrir los hechos y personarse como parte, si surgen problemas de orden público, como consecuencia de noticias falsas. El informe explica que las asociaciones deberían estar previamente acreditadas como tales por una regulación europea, como la futura Digital Services Act (DSA).

Un fenómeno minoritario

Pese a lo controvertido de estas propuestas, los resultados del trabajo del comité reconocen no poder aportar “soluciones milagro” sino más bien pistas que favorezcan la reflexión sobre este fenómeno y aporten modos de limitar las consecuencias de la desinformación que ha provocado el enorme cambio experimentado como consecuencia de la revolución digital de los últimos 25 años. Una transformación que, según el estudio presentado en Francia, se extiende no solo al ámbito informativo sino a otros aspectos de la vida social y democrática, según recoge el diario Le Monde.

Frente a los que acusan a las cinco grandes compañías tecnológicas –Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft– de ser las causantes de la desinformación, las medidas del Informe Bronner se muestran mucho más prudentes y concretas, sin tampoco cargar contra las redes sociales por su papel en la divulgación de bulos y noticias falsas.

“Las informaciones falsas son minoritarias entre los contenidos informativos que circulan en Internet y las redes sociales”, aseguran los expertos, tras haber realizado un estudio pormenorizado sobre la desinformación deliberada y lo que podría calificarse de simple bulo, cuando la noticia es falsa, pero el causante de la divulgación no actúa de mala fe sino por negligencia. La comisión de expertos también ha revisado los efectos de los algoritmos de los motores de búsqueda y las diferentes redes sociales sobre la circulación de noticias online.

Libertad de expresión

El tono comedido del documento final, entregado por los 14 especialistas tras tres meses de trabajo, recuerda el valor de la libertad de expresión, por la que se garantiza el poder defender opiniones, incluso contrarias a los hechos. Según el informe, el objetivo principal del estudio realizado no es “erradicar” las informaciones falsas, sino más bien “limitar la propagación de contenidos que perjudican la vida democrática; disuadir a los que presentan comportamientos malintencionados; sancionar prácticas ilícitas; mejorar la prevención frente a los riesgos y reforzar la vigilancia de los usuarios”.

Entre la treintena de recomendaciones contra la desinformación, pueden encontrarse algunas muy frecuentes en este tipo de trabajos, como la necesidad de incrementar la educación mediática. Su llamada en este ámbito no se dirige solo a los adolescentes sino a los usuarios adultos. Los autores señalan que es muy fácil “bajar la vigilancia cognitiva” frente a la desinformación y los bulos, por la cantidad masiva de contenidos a la que se accede, como consecuencia de las redes sociales y la desregulación del mercado de la información.

Plataformas: más transparencia

Otras medidas propuestas por la Comisión Bronner se refieren a la necesidad de mejorar la investigación rigurosa sobre estas cuestiones y a procurar una mayor transparencia entre las plataformas tecnológicas. Especialmente, el informe se detiene en requerir a las empresas una vigilancia mayor en la utilización de publicidad programática, es decir, la que les facilita colocar sus anuncios en función de los intereses de los lectores. Se trata de operaciones de compra y venta de espacios en tiempo real, con la promesa de asegurar buenos resultados para los anunciantes. La rapidez de esas operaciones hace que en muchas ocasiones la publicidad vaya a parar a páginas de informaciones falsas que las empresas contribuyen a financiar.

Tras conocer el informe, el presidente francés, Emmanuel Macron, animó a un debate profundo sobre la desinformación. En una declaración, explicó que los bulos y las teorías del complot deben combatirse con la educación y el respaldo a una prensa libre.

 

Un comentario

  1. Es una muestra de la Guerra Cultural que se desarrolla en nuestro tiempo, y que clama por líderes morales, que muestren que el hombre y la sociedad son mucho más felices en una sociedad basada sobre principios que están en la base del ser humano. Roberto Dotta

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