2016 será el año de la realidad virtual, según defienden algunos expertos. Ya ha salido al mercado el primer casco de simulación, de la empresa Oculus, y pronto le seguirán otros. Ha nacido un nuevo modo de entretenimiento, donde la inmersión sensorial y la construcción de la propia historia son los puntos fuertes. Al mismo tiempo, los creativos de esta industria han de responder a dos grandes preguntas: ¿Existen límites éticos que configuren estas experiencias? ¿Cuál es el nuevo lenguaje de la realidad virtual?
Según Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Facebook,
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