La batalla cultural suele entenderse como una lucha de poder por redefinir los valores y creencias de una sociedad. Pero también puede verse como un gran debate, donde lo importante es esclarecer cuáles son las ofertas de felicidad y de significado más consistentes. Este enfoque resta protagonismo al pulso de fuerza, y se lo da a los deseos y necesidades de quienes se verán afectados por lo dirimido en el espacio público. En el mundo anglosajón se han hecho famosos
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