Según los optimistas, Internet es una bendición para las escuelas. Permite a los alumnos entrar en contacto con compañeros de cualquier parte del mundo, "visitar" museos o bibliotecas de otro modo inaccesibles, y obtener gran cantidad de información. De hecho, en los centros donde se usa habitualmente Internet como instrumento de enseñanza, los chicos están entusiasmados.
Entre los pocos negocios que funcionan bien en Internet, la venta de libros es el más floreciente, si se exceptúa la de programas informáticos. Continuamente se abren "librerías virtuales" en la red (ya hay unas 500), y la competencia ha dado lugar a una guerra de precios entre las grandes que está hundiendo los márgenes de beneficios. La venta por Internet permite hacer mayores descuentos, y los "libreros virtuales" están estirándolos al máximo para asegurarse la clientela.