La persecución religiosa desatada durante la Revolución francesa, además de causar numerosas víctimas, se cebó con el arte sagrado. En nombre de la Razón, se devastaba la cultura por ser de origen religioso. François Souchal ha levantado acta de ese desastre en su reciente libro Le Vandalisme de la Révolution (Nouvelles Éditions Latines). El historiador Emmanuel Le Roy Ladurie lo reseña en L'Express (15-IX-94).