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Hollywood hoy: más “marketing” y menos público

publicado
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“Fiebre”, “histeria” son algunos términos empleados para describir los estrenos de dos grandes éxitos cinematográficos de 2008: Crepúsculo (Twilight) y Sexo en Nueva York (Sex and the City). Pero las colas de gente haciendo noche ante las taquillas, las espectaculares premières con fans arriesgando su integridad física por ver de cerca a las estrellas no cuentan la historia completa. Tampoco la recaudación. Crepúsculo ha dado más de 178 millones de dólares en Estados Unidos. Pero por su audiencia, unos 25 millones de espectadores, solo queda un poco por encima de Tienes un e-mail (You’ve Got Mail), el número 14 de 1998, que obtuvo 115 millones en taquilla. De entonces acá ha subido mucho el precio de las entradas, ha habido también inflación de marketing; pero el público ha disminuido.

Hoy, “desde luego es más fácil crear un acontecimiento mediático, si uno tiene las estrellas adecuadas y da con el cebo adecuado”, dice Howard Bragman, publicista de Hollywood (International Herald Tribune, 29-12-2008). Crepúsculo (número 7 de 2008) y Sexo en Nueva York (número 11) reunían esas condiciones. Lo malo, precisa Bragman, es que “hay una relación asombrosamente escasa entre bombo publicitario y traseros en las butacas”.

Ni siquiera el verdadero gran éxito del año pasado, El caballero oscuro (The Dark Knight), ha hecho historia. Ostenta la segunda mayor recaudación de todos los tiempos (531 millones en Estados Unidos), después de Titanic (600,78 millones de 1997, año de su estreno). Pero esa marca se debe a la inflación; en la lista de películas más vistas de la historia, es, con 73,7 millones de espectadores, la número 27. El número 2 de 2008, Iron Man, queda muy lejos: con 45 millones de entradas vendidas, está a casi diez millones de la primera entrega de El Señor de los Anillos (2001), el número 74 de la historia. Titanic, con 128,3 millones, sí está en los puestos de honor: es la sexta, a continuación de Los diez mandamientos (The Ten Commandments, 1956).

Un caso más que muestra la débil relación entre el bombo publicitario y lo otro, pero en sentido contrario, es La Pasión de Cristo (The Passion of the Christ, 2004), que obtuvo un éxito enorme en comparación con la inversión en marketing. Sin histeria ni fiebre, ni glamorosas galas repletas de estrellas, atrajo a 59,7 millones de espectadores. Ocupa el número 56 de la historia del cine y gana por más de 2 a 1 a Crepúsculo y a Sexo en Nueva York (22 millones de entradas vendidas), que ni siquiera salen en la clasificación de las 100 películas más vistas de todos los tiempos, elaborada por Box Office Mojo.

El contraste entre los dólares y la audiencia se explica por el encarecimiento de las entradas. En los últimos diez años, el precio medio ha subido casi un 47% en Estados Unidos, muy por encima del IPC (+27%). En 2008, la recaudación bruta total en las salas norteamericanas fue de de 9.630 millones de dólares, un 0,52% menos que el año anterior, el de la mayor taquilla de la historia (datos tomados de Media by Numbers). Pero el año pasado el número de entradas vendidas bajó un 4,27%, hasta quedarse en casi 1.347 millones. En el último decenio, los ingresos por taquilla crecieron casi sin interrupción (excepto un notable descenso del 5,2% en 2005), mientras los espectadores más bien disminuían. El dato de 2008 es el más bajo desde 1996 y un 16% menor que el máximo histórico de 1.606 millones de entradas, registrado en 2002, el año de Spider-Man (número 34 de la historia, con 69,5 millones de espectadores). Como en la pasada década la población de Estados Unidos aumentó un 12,5%, resulta que la cuota de mercado de los cines ha disminuido, en concreto un 19%.

En el registro histórico, Lo que el viento se llevó (Gone with the Wind) sigue imbatida. La superproducción de 1939, que más de una vez ha salvado a la Metro Goldwyn Mayer en sus reestrenos, suma más de 200 millones de espectadores en los cines. A bastante distancia aparecen La guerra de las galaxias (Star Wars, 1977; 178,1 millones de entradas), Sonrisas y lágrimas (The Sound of Music, 1965; 142,4 millones), E.T. (1982; 141,8 millones) y Los diez mandamientos (131 millones). Después viene Titanic. Tiburón (Jaws, 1975), Doctor Zhivago (1965), El exorcista (The Exorcist, 1973) y Blancanieves (Snow White and the Seven Dwarfs, 1937) completan las diez primeras.

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