Directo al tanatorio, sin pasar por el psiquiatra

publicado
DURACIÓN LECTURA: 6min.
A Tine Nys, una chica belga de 37 años, la abandonó su novio. Y se suicidó. No lo hizo sola, sino con la colaboración de un equipo médico. Todo fue tan fácil como hacerse de un papel que certificara que padecía algún trastorno psiquiátrico –el elegido fue “autismo”–, y listo: ya podían proceder. En su país, una enfermedad mental es argumento suficiente para acabar con la propia vida. Aunque aconteció en 2010, el caso de esta joven ha salido recientemente a la luz en un documental, y ha provocado gran indignación. Según sus padres, Tine se propuso “comprar” a un médico que le practicara la eutanasia y a otros dos que confirmaran su condición autística y el sufrimiento derivado de esta, ...

Contenido para suscriptores

Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.

Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.