No ha sido un año redondo, desde el punto de vista cinematográfico. Quizás parte de la culpa se pueda achacar a la fuga de talentos de la gran pantalla a otras plataformas que prefieren desarrollar sus historias en un formato más rentable: las series.
La fuga fue primero de espectadores, que han ido abandonando las salas para refugiarse en la comodidad de sus salas de estar y lo económico de sus tarifas planas. Detrás de los espectadores –a veces al mismo tiempo– emigraron directores, guionistas y actores que alternan sus largometrajes con productos en Netflix, HBO o Amazon y eso, a la larga, se va notando. Aunque quizás tampoco se trate de buscar culpables. Y simplemente, como la economía, el cine atraviesa sus rachas y, después de la magnífica cosecha del 2016, era presumible una cierta sequía.
La realidad es que, salvando quizás La La Land (que se cuela en la lista de milagro, pues se estrenó a principios de año), no hay en 2017 nada que vaya a pasar a la historia del cine. No hay una propuesta tan original y novedosa como La habitación. No encontramos dramas históricos de la talla de Hasta el último hombre, ni biopics tan inspirados como Steve Jobs. Incluso en el cine español, aunque hay mucho y bueno, echamos de menos alguna cinta tan ambiciosa –y lograda– como Un monstruo viene a verme.
En cualquier caso, tampoco hay que ser pesimista y no cuesta demasiado encontrar un puñado de buenas películas. Dejo aquí una selección de 13 películas notables: 5 dramas, 5 comedias y 3 documentales. Los números hablan: el documental goza de una estupenda salud, a la comedia le cuesta sangre no tirar por la calle de en medio de la pereza y lo fácil (de los 5 títulos seleccionados hay dos comedias indies, una de superhéroes, un musical y otra de animación), mientras que los dramas siempre han tenido más facilidad para acumular premios y colocarse en la lista de “las mejores películas de…”.
(Nota a pie de página: Hablo de lo que he visto y con dos grandes interrogantes: Blade Runner 2049 y Dunkerque. Posiblemente estos títulos podrían sumarse a la lista, pero no está bien hablar de oídas…).
Puro drama
1. Manchester frente al mar
Uno de esos dramas sin paliativos que provocan un efecto casi catártico en el espectador. La desolada historia de un hombre arrasado por un terrible suceso –que no se desvelará hasta muy avanzada la historia– es una de las películas más solventes del año. Dura, desgarradora y absolutamente humana.
2. Jackie
Interesantísimo este biopic del chileno Pablo Larraín que construye su película alrededor de la entrevista que el periodista Theodore White hizo para la revista Life. Una cinta cuidada al detalle –vestuario, documentación, puesta en escena– y con una soberbia interpretación de Natalie Portman.
3. Fences
No todos los críticos comparten mi absoluta admiración por esta pieza –porque es más teatro que cine– que construyen dos magníficos actores: Denzel Washington (que dirige además la película) y Viola Davis en torno al texto de August Wilson. Una larga, excesiva, apasionada y chillona conversación sobre la familia, la raza, la maternidad y el amor. Pura tragedia en el sentido aristotélico del término.
4. El otro lado de la esperanza
Todo lo que chilla Washington lo susurra Kaurismäki en su última –y como casi toda su filmografía– inclasificable película. Una aguda reflexión sobre la crisis de los refugiados y la adormecida conciencia europea. La ironía transita el drama y lo hace más digerible… pero también más doloroso. Fascinante.
5. Verano 1993
La mejor película española del año. Un emotivo canto a la infancia dolorida de quien pierde a sus padres por el sida y los recuerda con nostalgia, agradecimiento y curiosidad. Una maravillosa dosis de realismo esperanzado con unas magníficas interpretaciones infantiles.
El documental también existe (y está vivo y coleando)
Después de un fugaz paso por las carteleras, son muchos los espectadores que han disfrutado en Netflix este deslumbrante documental que recorre los preparativos de uno de los eventos de moda más importantes del año: La Gala del Met.Imprescindible para cualquiera al que le interese el proceso creativo.
7. Converso
Una de las sorpresas del año. El navarro David Arratibel rodó este documental para tratar de entender cómo había encontrado la fe su familia. El resultado es una interesante y amena película que habla, sobre todo, del diálogo y la búsqueda de la verdad. Diferente y enriquecedora.
8. Los demás días
Otro documental español en la lista de la mejor cosecha del 2017. Y otro joven director –Carlos Agulló– que decidió adentrarse en un terreno, también, pantanoso. En este caso, los cuidados paliativos. Gracias a un magnífico personaje –el doctor Pablo Iglesias– y una exquisita sensibilidad para rodar el dolor ajeno, la película se convierte en un oxigenante canto a la vida. Increíble pero cierto.
La comedia, en “indie” o con música y color
9. La ciudad de las estrellas (La La Land)
Ha sido la película del año. Este soberbio musical lo ganó todo antes de que, después de un delirante suceso, Moonlight (¿alguien recuerda esta película?) le arrebatara el Oscar. Damien Chazelle demostró que en el cine, como en la literatura, recurrir a los clásicos y aprender de ellos siempre ha sido una fórmula para llegar al público.
10. Wonder Woman
Hablé de mis prejuicios –superados– en relación a esta cinta, pero meses después de su estreno sigo pensando que es una de las mejores películas de superhéroes del año. Hay historia, enfoque, buena escritura y un personaje. No se puede pedir más.
11. Colossal
Habrá a quien le sorprenda la inclusión de esta marcianada de Nacho Vigalondo en la lista de lo mejor del año. Pero lo que hace Vigalondo en Colossal –relacionar con una disparatada historia a un monstruo coreano y una joven americana– es lo más parecido a un sueño. Y ya sabemos que el cine consiste, exactamente, en esto: en fabricar sueños.
12. La gran enfermedad del amor
Cuesta encontrar una comedia romántica que entre por méritos propios, no por cuota, en este tipo de listas. La gran enfermedad del amor los tiene. Una increíble historia real es la base de una comedia indie mucho más profunda de lo que aparenta a primera vista. Parte de la culpa del éxito, la tiene también una actriz que destila naturalidad y frescura por todos los poros: Zoe Kazan.
13. Coco
Cierro la lista con uno de los últimos estrenos del año. Pixar me ha vuelto a convencer con esta colorida historia que es capaz de recoger una tradición local –la mexicana fiesta de los muertos– y elevarla a una fábula universal que habla sobre la vida, la familia y la muerte con una sorprendente vitalidad. Visualmente es una joya y el guion, un prodigio de escritura de personajes y subtramas. Pixar, en este 2017, sigue sin fallar.
Ana Sánchez de la Nieta
@AnaSanchezNieta