Ibrahim vive en Madrid con su mujer embarazada a punto de dar luz, cuando es deportado a Guinea por no tener permiso de residencia. El salto de la valla de Melilla será la única manera de volver a entrar en España y recuperar a su familia, pero este paso en su vida supone un cambio demasiado peligroso.
“Lo primero es poner a esos migrantes nombres, no quedarnos ni en las estadísticas ni los números”, dice Benito Zambrano, director de esta película, en una entrevista en El País, con motivo del estreno en el pasado Festival de Málaga. Con un metraje reducido, el cineasta dedica la mayor parte de los minutos al conflicto interno del personaje de Ibrahim. El guion lo firma Flora González Villanueva, que durante el confinamiento vivió al lado de…
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