Oliver Sacks (Londres, 1933) es un famoso neurólogo, que vive en Nueva York y ha sido profesor, entre otros centros de enseñanza de gran prestigio, en la Universidad de Columbia. Es un médico clínico y universitario, que ha escrito mucho sobre su especialidad, desde una perspectiva humanística, fenomenológica y divulgativa. Son muy conocidos sus ensayos-relatos titulados Migraña, sobre las jaquecas; Despertares, que trata sobre el tratamiento de los afectados de encefalitis epidémica, y que dio lugar a una película de idéntico título; Con una sola pierna, en torno a los problemas neurológicos de los que sufren amputaciones; El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, con la enfermedad de Parkinson de fondo y otras varias.
Alucinaciones está en la misma línea de las anteriores. Es un ensayo divulgativo, ameno, enriquecedor por la enseñanza directa que ofrece y por las múltiples referencias cultas y humanísticas con las que ejemplifica los temas. Estos son ofrecidos como relatos vivenciales de personas que tuvieron alucinaciones o por las propias vivencias del autor que experimentó con el uso de LSD, hidrato de cloral, opio y otras sustancias alucinógenas. Como también acude a ejemplos de la literatura universal, de personajes o hechos históricos, para analizar la compleja fenomenología de la percepción y sus intrincados caminos desde el sentido externo hasta las neuronas centrales encefálicas, pues “no vemos con los ojos, sino con el cerebro”, dice a título de ejemplo básico y nítido.
En el libro se habla de las alucinaciones de los ciegos que tienen el síndrome de Charles Bonnet; “el cine del preso”, que son las alucinaciones visuales de las personas que han experimentado una prologada falta de estímulos; los olores alucinatorios, que se producen por la infección del virus del herpes zóster, entre otras causas; las alucinaciones auditivas de psicóticos, sordos, alcohólicos y otros; las alucinaciones en personas sanas producidas por el duelo y otras vivencias muy llenas de emoción; los fenómenos hipnagógicos de las fronteras del sueño-vigilia; los delirios alucinatorios, con los que el pensamiento y las emociones elaboran las alteraciones perceptivas; las rarezas, como “heautoscopia”, el fenómeno alucinatorio de verse a uno mismo fuera de sí e incluso interrelacionar consigo. Y llega hasta los llamativos “Fantasmas, sombras y espectros sensoriales” del último capítulo.
Un libro luminoso y claro para ilustrarse en ese mundo de la realidad ilusoria, del fantasma de lo que exista en otro lugar.