Maquetación 1

El Hambre

EDITORIAL

CIUDAD Y AÑO DE EDICIÓNBarcelona (2015)

Nº PÁGINAS632 págs.

PRECIO PAPEL24,90 €

PRECIO DIGITAL9,49 €

En los países desarrollados sabemos que existe el hambre, conocemos entidades que trabajan en cooperación al desarrollo, incluso en nuestros propios países, para paliar el hambre que, aun de otra manera, puede convivir bien cerca. Pero a menudo el hambre aparece en sordina, como “un tema”, algo que de vez en cuando se recuerda y que mueve a una piedad pasajera. Pero el hambre son personas hambrientas.

A nivel internacional, los datos hablan de 800 a 900 millones de seres humanos que no comen lo suficiente y que viven en la incertidumbre constante de enfrentarse cada mañana a la búsqueda de alimento para ellos y sus hijos. Que malviven, enferman y mueren entre otras razones por ese hambre estructural –lo llaman desnutrición, malnutrición– que les acompaña desde su nacimiento.

Este libro es producto de una investigación del periodista argentino Martín Caparrós, que lo enfocó como un proyecto al que dedicó mucho tiempo y mucho corazón. Está escrito desde ese corazón indignado y ese “¿cómo podemos vivir con esto?” con el que el autor cierra cada capítulo. Y en esa indignación reside lo mejor y lo peor del texto.

Aporta datos, preguntas, dilemas y explicaciones a por qué en pleno siglo XXI, con todos los recursos y la tecnología que tenemos, hay hambre y qué está detrás de ella. Pero, sobre todo, este libro muestra el retrato de personas concretas, mujeres y hombres, niños, desde Níger hasta Sudán del Sur, Bangladesh, India y Madagascar, Estados Unidos y Argentina que viven con hambre, que mueren con ella. Y en esas caras, vidas y nombres está lo mejor y lo más convincente, aunque “las razones” también merezcan reflexionar, quizás con una mirada menos tuerta.

Y es que lo mejor del libro es la vergüenza que provoca en el lector medio. No somos culpables, pero vivimos con el hambre. O sí lo somos, aunque inconscientes, porque sin saberlo podemos llegar a contribuir, de un modo que no llegamos a calibrar, a que siga habiendo hambrientos, malnutrición, etc. Quizás la palabra sea responsabilidad personal y no solo de estructuras.

Lo peor del libro es la tirria que el autor muestra por todo lo religioso, una manía que se salda en afirmaciones terriblemente injustas. Dar de comer al hambriento no es algo que hagan solo Médicos Sin Fronteras; lo han hecho en nombre de Dios y de sus hermanos mucha gente y de ninguna manera la religión es el “problema”. Esto es algo que mina el contenido del libro y lo sesga haciéndolo sectario. Del mismo modo, el trazo grueso de la crítica de la economía de libre mercado es evidente. Sorprendentemente, en la panorámica de Caparrós no aparecen las hambres de los sistemas comunistas.

El libro es valioso, a pesar de ese sectarismo, por el corazón con el que está escrito. Y por las personas, cada una, cuya única preocupación es cómo comerán hoy. El futuro solo nos lo podemos permitir mentalmente quienes comemos todos los días sin problemas.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.