Julio Fajardo (Tenerife, 1979) es editor, traductor y novelista. Asamblea ordinaria es una novela en la que directamente aborda en clave literaria las consecuencias de la crisis económica que ha salpicado España y Europa en los últimos años.
En concreto, se centra el autor en tres personajes, cuyas historias no se entremezclan y se cuentan de manera alterna. En primer lugar, describe la vida de una pareja acuciada por los problemas económicos. A ella le han recortado la jornada y el salario, y él, que está en el paro, busca ofertas de trabajo en Internet, aunque como reacción contra este estado de cosas, ha empezado a colaborar en un nuevo grupo político, al que destina todas sus energías. Esto afecta de manera directa a su relación amorosa, cada vez más tibia.
Otro personaje trabaja en una empresa moderna, asentada en el predominio de las nuevas tecnologías y en otro contexto laboral y social. Vive fascinado en parte por el estilo de vida de su jefe, un empresario de moda para el que, a pesar de algunos detalles meramente estéticos en la organización del trabajo, sus trabajadores apenas tienen aprecio.
La otra historia está protagonizada por un joven en paro que se va a vivir con una tía septuagenaria para ahorrar gastos. La relación entre los dos, tensa en sus inicios, se atempera poco a poco hasta llegar a una entente cordial.
La novela tiene buenos aciertos tanto literarios como sociológicos, pero no hay que sobrevalorarla. Al estar su argumento tan atomizado, pierde bastante fuerza la eficacia de su análisis y de la crisis que quiere novelar. Hay, también, una cierta pose en todos sus personajes. Eso sí, Fajardo consigue una eficaz radiografía del momento presente, esquivando mucho tópico y reflejando la vida real a ras de suelo.
El autor aborda mediante la literaratura un tema de candente actualidad, profundizando en los resultados que ha provocado la generalizada crisis económica que ha derivado también en una crisis social, moral y política. Según los individuos, las reacciones son diferentes, pero a todos el momento que están viviendo les provoca cierta sensación de parálisis vital.