American Crime Story

Creadores: Scott Alexander y Larry Karaszewski.
Directores: Ryan Murphy, Anthony Hemingway, John Singleton.
País: Estados Unidos.
Productora: Ryan Murphy Productions, Color Force; Scott, Larry Productions, 20th Century Fox Television.
Intérpretes: Sarah Paulson, Cuba Gooding Jr. John Travolta, Bruce Greenwood, Nathan Lane.
Duración: 1 temporada; 10 capítulos de 45-50 min.
Emisión: Netflix.
Público: Adultos. (SD)

TÍTULO ORIGINAL The People v. O.J. Simpson

GÉNEROS

Fue considerado el juicio del siglo por la enorme capacidad mediática que tuvo. El acusado era un jugador mítico de fútbol americano que además era negro, se había divorciado hace años de una de las víctimas y el caso sería investigado por el controvertido cuerpo de policía de Los Ángeles. Era el año 1994 y hasta el presidente Clinton tuvo que hacer una declaración pública sobre el juicio. La cantidad de pruebas que aportó la acusación y la redirección que tomó la defensa al plantear el caso como una muestra del racismo policial hicieron que se tardase casi un año en dictar sentencia.

Los creadores de American Crime Story, premiada con el Globo de Oro a la mejor miniserie, son Scott Alexander y Larry Karaszewski, conocidos sobre todo por ser los guionistas de películas como Man on the Moon o Ed Wood. Pero toda la publicidad se ha centrado en venderla como una serie de Ryan Murphy, productor ejecutivo, director de cuatro capítulos y uno de los nombres más conocidos de la televisión norteamericana gracias a títulos tan excesivos y tendenciosos como Nip/Tuck, Glee o American Horror Story. Desde el primer capítulo queda claro que American Crime Story tiene un estilo muy distinto al de esas otras series.

Uno de los grandes aciertos de esta ficción es la multiplicidad de puntos de vista que ofrece al espectador. El personaje de O.J. Simpson no es tratado como personaje principal sino más bien como un acusado bastante insonorizado. De esta manera, el interés se centra en los abogados de los dos bandos, el juez que va perdiendo la paciencia ante tanto retraso, el jurado popular que no deja de cambiar debido a las acusaciones de parcialidad, las familias del acusado y del resto de personas que intervienen en el juicio, etc.

A la temporada inicial le seguirá una sobre el Huracán Katrina en Nueva Orleans, y otra sobre el asesinato del modisto Gianni Versace en Miami, en 1997

Justicia televisada, Derecho mutilado

El desarrollo del caso es vibrante gracias a un guion en el que se ven claramente las ventajas y los inconvenientes del sistema jurídico norteamericano. También se analiza con profundidad el peligro de mediatizar los juicios hasta convertirlos en reality shows, en los que los abogados se convierten en protagonistas de un espectáculo en que no importa tanto la verdad como la manipulación del público y los niveles de audiencia.

Los constantes giros que va tomando el juicio demuestran que muchas veces la realidad supera claramente a la ficción. La ventaja es que el caso de O.J. Simpson está suficientemente documentado en imágenes como para constatar que lo que cuenta la serie fue así; tan estrafalario, cómico o trágico como nos lo muestran. Se nota mucho que los realizadores de la serie han visto muchas horas del juicio, ya que han logrado plasmar con mucha similitud cada una de las fases del caso con un ritmo narrativo vibrante, pero sin descuidar el tono reflexivo, apoyándose en una planificación arriesgada muy centrada en la historia, y una utilización de la música, el maquillaje y el vestuario muy significativa.

El personaje de O.J. Simpson no es tratado como personaje principal, sino más bien como un acusado bastante insonorizado; el interés se centra en los abogados de los dos bandos

El reparto está medido a la perfección con una Sarah Paulson (12 años de esclavitud, Mud) que ganó con total justicia el Globo de Oro a la mejor actriz en miniserie por su interpretación de la abogada Marcia Clark. En su trabajo hay emoción y contención en una evolución de personaje muy detallada. Cuba Gooding Jr. cumple con nota la difícil tarea de dar vida a O.J. Simpson, un jugador de fútbol que también fue actor del cine y una estrella del espectáculo deportivo. Gracias a su matización del personaje, el desarrollo del caso no se hace previsible ni manipulador.

Multiplicidad de personajes

También John Travolta y Courtney B. Vance interpretan con mucha credibilidad a Robert Shapiro y Johnie Cochran, respectivamente; dos abogados impulsivos muy complementarios. Pero sin duda hay dos personajes que representan el conflicto moral del caso: Robert Kardashian, el mejor amigo de O.J. Simpson, y Christopher Darden, el abogado de color que se atreve a formar parte de la acusación. Gracias al peso que adquieren en la historia y a la veracidad de que transmiten en pantalla David Schwimmer (Urgencias, Friends) y Sterling K. Brown (This is Us, Person of Interest), la serie adquiere una complejidad y objetividad muy meritoria.

Por último, Kenneth Choi retrata al juez Lange Ito con una rigurosidad magnífica. La asombrosa semejanza física con el personaje real hace más fácil la credibilidad del personaje, y un conjunto de detalles en los gestos y la voz reflejan la dificultad extrema que tuvo que padecer para mantenerse al margen y actuar con justicia.

Con estos 10 primeros capítulos se cierra esta temporada inicial que continuará con dos sesiones más: la segunda, que tratará sobre el huracán Katrina en Nueva Orleans, y la tercera, que versará sobre el asesinato del modisto Gianni Versace en 1997 en Miami. Ryan Murphy seguirá ligado a estos dos proyectos al igual que los principales intérpretes de la primera temporada.

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