Tras una época de creciente movilidad social y de reducción de las desigualdades, desde los años ochenta las diferencias entre los más ricos y los más pobres tienden a acentuarse. The Economist (5-XI-94) analiza el fenómeno en un artículo del que resumimos los principales datos.
Michael Novak sostiene que la pobreza no se reduce, pese a los subsidios del Estado, porque tiene raíces no solo económicas, sino sobre todo sociales, y de estas la más importante es la desintegración familiar.