·

El ruido del Fondo

publicado
DURACIÓN LECTURA: 3min.

Contrapunto

Una vez al año, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP) saca su informe sobre El estado de la población mundial, con el que hace ruido mediático y divulga sus objetivos propagandísticos, fundamentalmente centrados en el control de la natalidad. Este año tiene que estar contento con la prensa española: portada, editorial y doble página en El País, una página en ABC y otros periódicos, noticia de apertura en algunos telediarios e informativos de la radio… Pero si uno buscaba en la prensa internacional, Le Monde dedicaba al asunto doce líneas al final de una columna, y periódicos como Wall Street Journal, The Times o International Herald Tribune ni mencionaban la «noticia».

Quizá es que la prensa más seria empieza a estar escaldada de que la utilicen como mero altavoz de otros. El mecanismo es ya tradicional. El FNUAP, al igual que otras agencias de la ONU, saca su informe anual en busca de cobertura mediática. Para no aburrir al público, cada año se busca un enfoque, generalmente de acuerdo con un problema que esté en el candelero: jóvenes, migraciones, envejecimiento, mujer… Pero aunque trate de los ancianos, acabará hablando de los derechos reproductivos y del aborto seguro.

El informe es largo y está plagado de datos, en apoyo del mensaje que se desea transmitir. Como se supone que el periodista no tiene tiempo de leer el informe que se le da un día antes en rueda de prensa, se ofrece también un resumen ya elaborado con las ideas que se quiere destacar. Así que lo más probable es que el informador se limite a publicar lo que le dan, sin otro análisis ni crítica. El mayor esfuerzo se pondrá en buscar un titular atractivo y una presentación que facilite la lectura. Pero el diagnóstico y los datos del informe se dan por buenos.

Este año, el enfoque destacaba la desigualdad entre hombres y mujeres, haciendo hincapié en la «salud reproductiva» (es decir, anticoncepción y aborto) y en la violencia que sufren las mujeres. Aquí el informe acusa el fetichismo actual por la precisión estadística, que da la impresión de que el diagnóstico es muy científico.

Por ejemplo, es claro que la mujer está más expuesta que el hombre a malos tratos, y que en algunas culturas esta violencia es más habitual. El informe llega a precisar que «en todo el mundo, al menos una de cada tres mujeres ha sido apaleada, obligada a entablar relaciones sexuales bajo coacción o maltratada de alguna otra manera». Como apoyo de esta afirmación, que ha acaparado muchos titulares, sólo se cita un estudio realizado en la Johns Hopkins School of Public Health. Incluso se llega a cuantificar que el porcentaje de mujeres que dicen haber sufrido malos tratos por su pareja masculina es el 67% en Papúa Nueva Guinea o el 45% en Etiopía, precisión que asombra en países cuyo censo demográfico es sólo aproximativo. Sin duda, la erradicación de la violencia contra las mujeres es irrenunciable; lo que no está claro es que para lograrlo haya que maltratar las estadísticas.

Con la misma seguridad, al hablar de las defunciones ligadas a la maternidad el informe afirma que cada año «20 millones de abortos se realizan en malas condiciones; a raíz de ello, pierden la vida unas 78.000 mujeres y millones más padecen lesiones y enfermedades». Es más, «en América Latina, el aborto en malas condiciones causa aproximadamente la mitad de todas las defunciones derivadas de la maternidad». Pero si se leen las notas técnicas del informe, a propósito de la tasa de mortalidad derivada de la maternidad el FNUAP se cura en salud: «No obstante, es difícil conseguir algún grado de precisión, aun cuando las magnitudes relativas son elocuentes». ¿Cómo es tan preciso, entonces, en el caso del aborto?

No es extraño, pues, que la prensa con más sentido crítico no haga ya mucho caso a los informes del FNUAP, que ve todos los problemas de la población bajo el prisma del control de la natalidad.

Ignacio Aréchaga

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.