Un informe de Human Rights Watch (HRW), publicado el 9 de junio y extractado en un fotorreportaje por la cadena alemana DW, apela a las autoridades de Bangladesh a enfocar sus esfuerzos en acabar con lo que denominó una “epidemia” de matrimonios infantiles. El fenómeno no se ciñe únicamente a ese país, sino a todo el sur de Asia, pero allí despierta particular preocupación por un proyecto de ley que propone bajar la edad del matrimonio de los 18 a los 16 años.
Cerca de un 30% de las niñas de Bangladesh han sido casadas antes de cumplir los 15 años, según el informe “Cásate antes de que tu casa sea borrada del mapa”. HRW basa su denuncia en entrevistas con unas 60 novias menores de edad y mujeres tempranamente casadas. El matrimonio infantil está legalmente prohibido en el país, pero los certificados de nacimiento pueden fácilmente falsearse mediante sobornos a funcionarios para que den luz verde a esos casamientos.
En una conferencia en Londres, el primer ministro de la ex colonia británica, Sheikh Hasina, ha prometido poner fin a los matrimonios por debajo de los 15 años para, al menos, el año 2021. Pero grupos de derechos humanos aseguran que su gobierno no ha hecho demasiado para cumplir con tal promesa.
Los frecuentes desastres naturales han empujado a muchos bengalíes al abismo de una pobreza aun mayor, y ha derivado en un incremento de los matrimonios infantiles, toda vez que las chicas son consideradas una carga financiera en la mayoría de las familias del sur de Asia.
“Éramos muy pobres –narra una chica de 15 años a HRW–. A veces comíamos cada dos o tres días. Incluso aunque ellos (sus padres) realmente querían que sus tres hijas estudiáramos, era imposible, por lo que me dieron en matrimonio”. Sus hermanas mayores no corrieron mejor suerte: las comprometieron a los 11 y 12 años.
Otra joven, de apenas 14 años, describe una situación bastante parecida: “Mis padres no podían alimentarme, así que decidieron casarme. No tuve otra opción”.
Varios estudios muestran que la falta de educación de las niñas las atrapa no sólo en un ciclo de pobreza y las vuelve económicamente dependientes, sino que también las pone en situación de grave riesgo para su salud. Las jóvenes esposas suelen ser víctimas de abuso por parte de su marido.
Este fenómeno no está circunscrito solamente a Bangladesh. Los matrimonios tempranos forzados están muy difundidos por todo el sur de Asia, tanto como las ideas culturales y religiosas sobre la edad apropiada para casarse. Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR), durante la próxima década, más de 140 millones de chicas serán entregadas en matrimonio antes de los 18 años en varias partes del globo, y la mitad de ellas lo serán en el sur de Asia.
El matrimonio infantil está prohibido por ley en India, Pakistán, Afganistán, Bangladesh, Nepal y Sri Lanka, pero la práctica dicta que continúan llevándose a cabo tales uniones. Un informe del Fondo de Población de la ONU revela que, de 2000 a 2010, 24.4 millones de mujeres entre los 20 y los 24 años fueron forzadas al matrimonio antes de que cumplieran los 18 años.
Por su parte, Stephen Adkisson, vicedirector de UNICEF para la región, afirmó que era vital implicar a las comunidades en el diálogo sobre temas como el matrimonio infantil, las muertes maternas y los abortos selectivos en función del sexo, para poder transformar una mentalidad influida por factores sociales, económicos y culturales profundamente arraigados.
Bangladesh tiene la cuarta tasa más alta de matrimonios infantiles en el mundo, únicamente por detrás de Níger, la República Centroafricana y Chad. La denuncia de HRW no ha recibido respuesta del gobierno bengalí.