Se retrasa cinco años la edad de jubilación en Rusia

publicado
DURACIÓN LECTURA: 4min.

Con el apoyo popular del que ha gozado Putin en Rusia y con el predominio de su partido en el Parlamento, es raro que tenga dificultades para imponer sus deseos. Sin embargo, en la reforma de las pensiones que va a ser aprobada ha tenido que suavizar el proyecto original ante el descontento de los pensionistas y apelar a su sentido patriótico para hacer viable el sistema que amenaza ruina.

El principal cambio es elevar la edad de jubilación, que hasta ahora era inusualmente baja, para acercarla a lo que suele ser normal en los países europeos. La edad de retiro pasaría de los 60 a los 65 años para los hombres, y de los 55 a los 60 para las mujeres.

La corta vida del pensionista

El problema es que como la esperanza de vida es baja, muchos pensionistas temen que no puedan disfrutar de su pensión durante muchos años, sobre todo los hombres. En 2016, la esperanza de vida era de 77,1 años para las mujeres y de 66,5 para los hombres, una brecha de 11 años cuando lo habitual en otros países es de 5. El problema del alcoholismo se hace aquí sentir. Paradójicamente, esto es un alivio para el sistema de pensiones, pues si un varón europeo puede esperar disfrutar la pensión hasta los 79 años, el ruso no tiene mucho tiempo para ejercer de jubilado.

A pesar de la política de apoyo a la natalidad, hay más muertes que nacimientos

En principio, el proyecto preveía elevar la edad de jubilación de las mujeres a 63 años, pero al final se aceptó la concesión de dejarla en 60. También habrá ventajas especiales para las madres que han tenido más de dos hijos, y que de este modo contribuyen más también a sostener el sistema. Las de tres hijos podrán retirarse tres años antes, las de cuatro hijos cuatro años antes, y las de cinco o más a partir de los cincuenta.

También tienen un tratamiento especial los miembros de las fuerzas de seguridad, que no verán aumentada la edad de retiro.

Para proteger a los trabajadores de más edad, el proyecto prevé penas para los empresarios que despidan sin motivo a los empleados a los que les faltan cinco o menos años para alcanzar la edad de jubilación.

Sin alternativas

El importe medio de la jubilación es solo de 13.342 rublos (175 euros), lo que obliga a muchos pensionistas a buscar pequeños trabajos de apoyo. Pero como el número de pensionistas ha ido creciendo hasta los 46,5 millones (incluyendo a los militares retirados), el peso de las pensiones en las finanzas públicas es cada vez mayor.

Vladímir Putin tuvo que dirigirse por televisión a los rusos a finales de agosto para explicarles que, aunque en 2005 dijo que no habría cambios en el sistema de pensiones mientras él fuera presidente, los “graves problemas demográficos” del país no dejaban otra alternativa. Hay que tener en cuenta que es el primer cambio que se hace en la edad de jubilación desde los tiempos de Stalin, con lo que se arriesga a que los más mayores digan que “con los comunistas estábamos mejor”.

Como cabía esperar, la reforma es impopular. Y a pesar de la campaña propagandística de los medios de comunicación estatales, la indignación popular ha provocado manifestaciones contra la reforma en una veintena de ciudades y ha tenido un impacto negativo en los resultados de Rusia Unida –partido del gobierno– en las elecciones regionales del pasado 9 de septiembre. También la cota de popularidad de Putin ha caído al nivel más bajo desde 2011, con menos del 40% de opiniones positivas, según un sondeo del pasado junio.

Más muertes que nacimientos

Pero en el tema de pensiones la ideología se rinde siempre ante la demografía. Y la evolución de la población de Rusia es inquietante. En la última década la población está estancada en unos 144 millones. En el primer semestre de 2018 ha habido un retroceso de 92.000 habitantes, lo que equivale a un decrecimiento del 0,1%.

El programa de apoyo a las familias, puesto en marcha en 2006, tuvo un primer efecto positivo con un aumento de la natalidad. Pero luego las sanciones occidentales tras la anexión de Crimea y la caída del precio de los hidrocarburos (principal exportación rusa) repercutieron en la marcha de la economía y en el nivel de consumo, y la recuperación natalista se paró. Los nacimientos en 2017 (1,69 millones) registraron la cifra más baja desde 2007.

Como la esperanza de vida es baja, muchos hombres temen que solo podrán disfrutar de su pensión durante unos pocos años

La tasa de fecundidad es de 1,61 hijos por mujer, al mismo nivel que la media de la Unión Europea. Pero hay menos mujeres en edad de concebir, ya que ahora empiezan a tener hijos las mujeres nacidas en los años 90, una década que registró un descenso de nacimientos.

Además, la tasa neta de inmigración (1,7 por 1000 habitantes) no basta para compensar la diferencia entre muertes y nacimientos de la población rusa. Si estas tendencias se mantienen, Rusia perdería 15 millones de habitantes para 2050, según predicciones del World Population Prospects de la ONU.

Todo esto son malas noticias para los pensionistas, ya que la viabilidad del sistema requeriría que hubiera más gente trabajando. Así que Putin no ha tenido más remedio que hacer que los rusos trabajen más años. Y es que no se puede ser una gran potencia con una población menguante.

Dejar comentario

Conectado como Aceprensa. Edita tu perfil. ¿Salir? Los campos obligatorios están marcados con *

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.