Por primera vez desde 1945 el número de funcionarios del Estado en Gran Bretaña se situará por debajo del medio millón, gracias a la remodelación del sector público que está llevando a cabo el gobierno.
Después de la II Guerra Mundial, el número de funcionarios británicos subió considerablemente por la puesta en marcha del Servicio Nacional de Salud y el desarrollo del Estado del Bienestar. Tras un pequeño declive en los años cincuenta, volvió a crecer hasta situarse en 748.000 funcionarios en 1976. Cuando los tories ocuparon el gobierno en 1979, el número de empleados civiles del Estado ascendía a más de 730.000.
Posteriormente, con el programa de privatizaciones de los años 80, el gobierno trasladó miles de empleos públicos al sector privado, y forzó los recortes de personal de los departamentos de la administración pública.
Según el gobierno británico, la reducción del funcionariado se ha acelerado en los últimos dos años y en 1995, se rebajó la cifra por debajo de 500.000. A partir de abril próximo, los funcionarios británicos pertenecientes a los grados 5 y superiores serán contratados mediante un método diferente. En lugar de negociar los salarios de modo centralizado, se determinarán individualmente mediante un contrato.