El teletrabajo es aún cuestión de minorías

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Desde que las telecomunicaciones han hecho posible trabajar a distancia para una empresa, unos 250.000 británicos han elegido esta modalidad de empleo. La cifra, inferior a las que se solían manejar, proviene de un amplia investigación elaborada por expertos de la Universidad de Newcastle para el Parlamento británico.

Esto significa que sólo uno de cada 100 empleados tiene la oportunidad de desvincularse relativamente del horario laboral corriente en el país -de 9.00 a.m. hasta las 5.00 p.m.-, con sus ventajas e inconvenientes.

El informe ha descartado dos ideas falsas: que millones de británicos se habrían acogido a esta forma de empleo y que la mayoría vivirían en poblaciones pequeñas de los alrededores de las grandes ciudades. En realidad, los teletrabajadores están asentados mayoritariamente en ciudades, especialmente en el sudeste del país. Quienes trabajan en casa -o en despachos cercanos al hogar- suelen ser directivos; pocos son empleados jóvenes, sobre todo porque los cargos intermedios no quieren dejar de controlarlos, por miedo a perder su rango profesional en la empresa.

James Cornford, uno de los autores del informe, piensa que el mayor impacto del teletrabajo no es el trabajo en casa, sino la creación de nuevos servicios. Por ejemplo, cada vez más bancos ofrecen a los clientes la posibilidad de realizar gestiones por teléfono durante las 24 horas del día.

Trabajar en casa tiene partidarios y detractores. Algunos prefieren trabajar solos; pero otros consideran que la empresa es también lugar de relaciones sociales. Acerca del efecto en el consumo de energía, la polución ambiental o la congestión de tráfico, el informe considera que «el teletrabajo de por sí no reporta grandes beneficios». Por otro lado, indica que algunos sectores de los medios de comunicación -así como empresas- han tenido interés especial en promocionar las telecomunicaciones, por lo que sus informes sobre las ventajas del teletrabajo deben juzgarse con circunspección.

Frente a la ventaja de la flexibilidad, el ahorro de tiempo de transporte, y la posibilidad de compaginar mejor la eficacia profesional y la vida familiar, algunas personas, al tener la oficina en casa, no siguen un horario delimitado, trabajan a cualquier hora y no logran descansar como conviene.

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