Después de un largo proceso parlamentario y judicial, el Tribunal Supremo filipino ha dado el espaldarazo final a la conocida como “Ley de Salud Reproductiva” (Act 10.354). El texto fue aprobado por el pleno del Parlamento en diciembre de 2012, después de una fuerte campaña por ambos bandos y unas votaciones muy reñidas; pero la presentación de varias cuestiones de inconstitucionalidad provocó que, apenas tres meses después de su aprobación, la ley quedara suspendida sin haber llegado a entrar en
Suscripción
Contenido Oculto
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
AccederSuscripción