Lagos. Los nigerianos oían a menudo noticias de explosiones de bombas ocurridas en otras partes del mundo, como Israel, Irak o Pakistán, sin creer que tal fenómeno llegase nunca a suceder a la vuelta de la esquina. A pesar de contar con una numerosa población musulmana, la sensación general ha sido siempre que o bien el extremismo no ha alcanzado niveles tan elevados, o que los nigerianos no tienen inclinación al suicidio. La cuestión es si existe un único Boko
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