El mercado está absolutamente lleno de FPS, es decir, first person shooter, títulos de disparos cuya cámara está en primera persona, de los que Call of Duty es el máximo exponente. Sniper Ghost Warrior Contracts nos propone, supuestamente, centrarnos en cómo es ser un francotirador. Decimos supuestamente porque, a poco que profundicemos en el juego, nos encontramos con que podemos cumplir todas las misiones sin usarlo, incluso con misiones que nada tienen que ver con ser francotirador. Raro, la verdad, pero aporta variedad, algo que sí se debe agradecer.
Hay problemas en Siberia, donde los políticos están más centrados en acumular poder y dinero antes que en ocuparse de los problemas de la gente. Así que una agencia secreta contrata nuestros servicios como francotirador para ir poco a poco, desde la sombra, arreglando la situación. Esto va a ocurrir en varios mapas de relativamente amplia extensión para cumplir varias misiones en cada uno de ellos. Lo bueno es que una vez en el mapa, podemos ir en el orden que queramos y hay multitud de caminos distintos, así como oportunidades para escondernos, potenciando así el sigilo.
Sniper Ghost Warrior Contracts logra meternos en la piel del francotirador, gracias a un funcionamiento sencillo de los rifles, pero como decíamos al principio, tiene misiones que nada tienen que ver con la propuesta: encontrar ordenadores, piratearlos, robar objetos y un largo etcétera. Además, se nota la inmensa influencia de Metal Gear Solid, copiado sin maquillaje: podemos interrogar personajes, saquear y ocultar cadáveres, meternos en lugares como taquillas, para ocultarnos, y lanzar piedras para distraer. En definitiva: se han metido tantas opciones tan variadas, que al final se ha difuminado la sensación de ser francotirador.
Otra gran deficiencia de este título son los graves problemas técnicos que arrastra; algunos pueden incluso arruinar por completo la partida y obligarte a empezar de cero la misión. También es frustrante ver cómo tus balas atraviesan literalmente a enemigos sin hacerles el más mínimo daño. Además, el sistema de guardado es muy poco útil y está mal explicado, igual que la interfaz en pantalla y el mapa, nada claros.
La propuesta es, en general, muy entretenida si optamos por dejar de lado lo que no sea el rifle de francotirador. Este juego está pidiendo a gritos un gran parche anunciado, pero aún no publicado, que corrija todos los errores y pula la interfaz. Hasta que llegue, es un “lo que pudo ser y no fue”: pudo ser un grandísimo juego para los fans de la precisión, pero hoy por hoy es un juego de disparos en primera persona con muchas opciones, ninguna del todo afinada.