51KhDjh-PXL._SX339_BO1,204,203,200_

Shane y otras historias

EDITORIAL

CIUDAD Y AÑO DE EDICIÓNMadrid (2015)

Nº PÁGINAS293 págs.

PRECIO PAPEL22 €

TRADUCCIÓN

GÉNERO

Shane, publicada en 1949, fue la primera novela de su autor, Jack Shaefer (1907-1991), un periodista interesado por el cine. En ella se basó la película Raíces profundas y se inspiró, años después, el western de Clint Easwood El jinete pálido. La edición contiene varios relatos cortos sobre la vida en el Oeste, que tienen un tono más cordial e incluso humorístico. Una buena presentación indica que, en tres votaciones de la Asociación de Escritores de Western, en 1985, 1995, y principios del siglo XXI, Shane fue elegida como la mejor novela del género.

Su acción tiene lugar en Wyoming, en 1889 (igual que sucedía en la novela del género que primero planteó el conflicto entre agricultores y ganaderos: El Virginiano). A la granja de los Starret llega un desconocido misterioso que se presenta con un “llamadme Shane”. Atraído por el buen trato que le dan el granjero, Joe, su mujer Marian, y el pequeño Bob, decide quedarse a trabajar con ellos un tiempo. Cuando el gran propietario de terrenos y ganados, su vecino Luke Fletcher, aumenta sus gestos intimidatorios y violentos contra los granjeros que vallan sus campos y no dejan paso libre a sus reses, Shane desempolva la pistola que tenía oculta y actúa.

La novela pivota sobre todo lo que no se cuenta acerca del pasado secreto de Shane. Está conseguido el progresivo aumento de la tensión después de un comienzo calmado donde se presentan los personajes y el conflicto. Es un acierto pleno la elección del narrador y su forma de contar las cosas: la del adulto que recuerda lo que sucedió, cuando él era un niño y se sintió completamente fascinado por el recién llegado: por su misterio, por su cortesía, por su energía en el trabajo, por sus acciones incomprensibles para él –como la de que se sentase siempre frente a las puertas de las habitaciones en las que entraba–.

Luego, el narrador conjuga bien dos perspectivas. Una, la de no ir más allá de lo que vio y oyó, y por eso pone en boca de sus padres, a los que a veces oye a escondidas, las reflexiones y comentarios que un niño no haría nunca, y hace referencias a que los adultos se comportaban de un modo que desbordaba su “limitada experiencia de niño”. Otra, la de apuntar sentimientos que tuvo entonces pero que solo se pueden expresar apropiadamente con el paso del tiempo: por ejemplo, la seguridad en que Shane era un hombre en quien, como en su padre, “un chico podía confiar con la certeza de que lo que quedaba más allá de su comprensión seguía siendo limpio, coherente y justo”.

En cuanto a los relatos restantes, Cooter James habla de un tipo que acaba enredado y casado con una mujer que le debe dinero; The Coup of Long Lance narra una especie de competición entre indios cheyennes cuyo ganador demuestra una gran honradez; Ese caballo llamado Mark es un relato sobre un caballo magnífico al que su jinete aprende a tratar del modo especial que el mismo caballo pide; Jacob es el nombre de un jefe indio al que un niño, que por encima de todo desea contemplar a los indios de los que tanto ha oído hablar, defiende verbalmente cuando un soldado nervioso lo amenaza; Harvey Kendall es el protagonista de Ese caballo llamado Mark cuando ya es mayor y quiere reivindicar sus habilidades pasadas ante su hijo. 

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.