Para que un grupo humano comprenda bien el presente y no pierda su ser es ineludible desentrañar los nudos del pasado. En tiempos de constante revisión de la historia, como los nuestros, conviene no perder de vista el rigor para que la verdad no quede relegada ante las emociones o intereses de parte, ni se apliquen esquemas mentales anacrónicos. Todo ello lo ha tenido en cuenta el autor argentino Marcelo Gullo Omodeo en su intento por desmontar la leyenda negra que históricamente pesa sobre España.
El autor propone “un viaje hacia las fuentes de donde surgen muchos de los fenómenos que hoy vemos” para obtener las mejores hipótesis explicativas y orientar el futuro. La tesis central del relato es que España sufrió una campaña de desacreditación internacional a cargo de su principal rival de entonces, Inglaterra, más tarde continuada por Estados Unidos y la Unión Soviética. En ello, el libro continúa la línea de Imperiofobia y leyenda negra, el best seller de María Elvira Roca Barea.
Los primeros capítulos desgranan los resortes del poder y ofrecen claves de interpretación de la política mundial actual. Toda potencia que se ha lanzado a conquistar el mundo ha buscado controlar el relato histórico y satisfacer sus intereses, combatiendo, a veces, en escenarios alejados del campo militar. Es aquí donde se libran las batallas culturales, con estrategas que buscan igualmente la derrota del enemigo, pero a través de la subordinación ideológica.
Más adelante se analiza el contexto y desarrollo de la conquista de América. Desde la comprensión de este complejo evento, el autor muestra que España nunca la consideró exclusivamente como un botín. De ello dan fe el poblamiento del interior del continente, el mestizaje como política de Estado y la fundación desde el inicio de numerosos hospitales gratuitos, colegios y universidades. Además, España se preguntó acerca de la legitimidad de la conquista desde el principio. Tanto el Derecho internacional como el embrión de lo que más tarde serían los derechos humanos, surgieron precisamente en esta época gracias a la labor de Francisco de Vitoria o fray Bartolomé de las Casas.
Esta obra ofrece una apabullante acumulación de testimonios procedentes de un amplio arco ideológico y con aliados inesperados, como el marxismo o el peronismo. El objetivo último del autor es apelar a la reconciliación entre españoles, americanos y europeos, en una inconclusa nación hispanoamericana, convencido de que no hay nada que los separe salvo la falsificación de un pasado por el que España debería sentirse orgullosa.