Los niños

TÍTULO ORIGINALThe Children

GÉNERO

Alba Editorial. Barcelona (2005). 415 págs. 24,50 €. Traducción: Catalina Martínez Muñoz.

Estadounidense de nacimiento, Edith Wharton (1862-1937) residió en París desde 1907. Su andadura literaria comienza con la publicación de «El valle de la decisión», una novela histórica. Entre sus títulos destacan «Ethan Frome» y «La edad de la inocencia», obra que sería galardonada con el premio Pulitzer en 1921 y que la consagraría como una de las mejores escritoras norteamericanas.

«Los niños» (1928) cuenta la historia de Martin Boyne, un maduro solterón que acude a Europa para responder a la llamada de Rose Sellars, un antiguo amor, que quizá le ofrezca la última oportunidad contra la soledad que se ha labrado por su falta de decisión y su exceso de comodidad. Durante el viaje en barco, sin embargo, conoce a una curiosa familia: una tropa de niños liderados por Judith, la hermana mayor, apenas una niña que atrae su atención desde el primer momento. Boyne descubre que los padres de los niños son antiguos conocidos que, después de varios divorcios, han terminado por conformar una pintoresca familia, que va de hotel en hotel con poca vida familiar y mucha frivolidad cosmopolita. Judith ejerce de madre sobre la pequeña tropa, y lucha con sus padres por mantener unida la familia en un hogar fijo. Sin poder evitarlo, Boyne se ve arrastrado por los afanes de Judith y se convierte en defensor de los niños ante los caprichos de sus padres, y sorprendentemente se contempla a sí mismo.

«Los niños» aborda los temas habituales de Edith Wharton: la indecisión y el temor a la entrega del amor a otra persona, y la fuerza de la comodidad que actúa como un lastre que evita una vida enamorada y sencilla. En este marco, la autora dibuja magníficamente a Martin Boyne, un hombre dividido entre dos amores, pero sobre todo dividido entre el amor y la mediocridad, pues aunque él no lo quiera, también pertenece a esa sociedad superficial y falsa que es incapaz de comprometerse con nada y menos con nadie.

El cuadro se completa con una perspectiva novedosa en la obra de Edith Wharton: la contraposición entre los niños y los padres viene a resaltar la incapacidad de estos para hacerse cargo de una familia. «No se puede esperar que los padres cuiden de ellos, si no saben cuidar de sí mismos», reflexiona en un momento el protagonista.

La obra de Edith Wharton ha sido reconocida como innovadora de la novela de sociedad. «Los niños» es una buena muestra de ello: una novela poblada de personajes pertenecientes al cerrado y artificioso mundo social en el que ella misma vivió. Por eso, la dura crítica que hace tiene mayor valor.

José María Fernández Fuentes

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