Los apuñaladores

TÍTULO ORIGINALI pugnalatori

GÉNERO

Tusquets. Barcelona (2006). 125 págs. 12,50 €. Traducción: Juan Manuel Salmerón.

Ambientada en Sicilia, como buena parte de las novelas de Sciascia, «Los apuñaladores» aprovecha un caso real para tratar uno de los temas favoritos del escritor italiano: la derrota de la justicia a manos de los poderosos. En 1862, durante la monarquía de los Saboya, trece personas son apuñaladas el mismo día en las calles de Palermo. Los agresores van vestidos igual, y aparentemente no hay ningún móvil que justifique tamaña violencia. Tras la detención de uno de los apuñaladores, el magistrado que lleva el caso logrará detener a los culpables y llevarlos a juicio. Sin embargo, la investigación sobre quién ordenó los ataques y pagó a los atacantes pronto se ve erizada de dificultades. Hay un noble a quien apuntan todas las sospechas como cabecilla de una conspiración borbónica, pero de modo increíble las autoridades le defienden, e incluso la opinión pública acepta con resignación que paguen los de siempre.

Sciascia reconstruye con los documentos disponibles todas las conjeturas sobre el caso, con su habitual estilo y su maestría al presentar las pruebas, los rumores, las perplejidades. Es un ejemplo más en la larga tradición siciliana (pero no sólo siciliana) de conspiraciones, cambios de chaqueta, doble juego y medias palabras, que juega con la Justicia como el gato con el ratón, llevándose por delante con habilidad cualquier empeño por restaurar la honradez y tratar a todos los ciudadanos por igual.

Pedro de Miguel

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