Ediciones B. Barcelona (1993). 442 págs. 1.400 ptas.
Ramón Luis Acuña, subdirector de la agencia Efe en Madrid y corresponsal en España del diario francés Le Figaro, traza un amplio recorrido por la geografía de los nacionalismos en la Europa actual. El autor bebe en las fuentes de la Historia para remontarse a las raíces del fenómeno nacionalista. Pero no se limita a extraer conclusiones de sus lecturas, sino que añade reflexiones de sus viajes y, sobre todo, entrevistas con diversos personajes: desde el checo Václav Havel o el rumano Ion Iliescu, al vasco Arzalluz o el catalán Pujol. También acude a las opiniones de destacados intelectuales, algunos ya desaparecidos, como Raymond Aron.
Acuña cree que estamos ante un retorno del siglo XIX, con su «veneración irracional por banderas e himnos y el culto a una idea abstracta de nación». Pero es necesario matizar: los mismos líderes nacionalistas entrevistados por el autor no son todos representantes del nacionalismo exaltado. Sin embargo, una cuestión planea en torno a toda la obra: ¿pueden llegar a ser incompatibles nacionalismo y democracia? Darán la respuesta el talante de los distintos nacionalismos y su actitud hacia las minorías que viven en sus territorios.
Acuña sostiene que las tendencias «tribales» desatadas constituyen una seria amenaza para el equilibrio del continente, y que no se puede hacerlas entrar en razón más que con una democracia avanzada. Por ello se declara decididamente partidario de la Unión Europea, mezcla de pequeños y grandes pasos hacia la constitución de un espacio supranacional que no ha de suponer uniformidad, sino la confirmación de una rica y secular diversidad.
Antonio R. Rubio