Se publica en España la segunda parte de las historias que transcurren en la tienda de alimentación de la señora Yeom, situada en el barrio de Cheongpa-dong, en Seúl, que permanece abierta las veinticuatro horas del día. Estos relatos del novelista, dramaturgo y guionista de cómics coreano Kim Ho-yeon (nacido en 1974) fueron publicados originalmente en 2021 y 2022, y se han convertido en un fenómeno internacional, con traducciones a 23 idiomas y millones de ventas.
En 2024 se editó en España la primera parte, La asombrosa tienda de la señora Yeom, donde aparecían ya los principales personajes y el característico tono amable y positivo de las historias protagonizadas por los dependientes y los clientes del establecimiento.
La tienda, ubicada en una zona tranquila próxima a la universidad, no atraviesa sus mejores momentos. Ha iniciado un proceso de decadencia que se palpa en la escasez de clientes y en la ausencia de muchos artículos. A eso se añaden los problemas con el personal, que traen de cabeza a la encargada, Seon-suk. No así al jefe, Min-sik, el hijo de la dueña, un joven engreído, despótico, caprichoso, bebedor y con nulo interés por sacar adelante el negocio.
Tras la renuncia del dependiente que hacía el turno de noche, contratan a Hwang Geun-bae, un hombre bonachón, aparentemente ingenuo y despistado, muy hablador, por el que nadie apostaba. Sin embargo, Geun-bae tiene la habilidad de escuchar a los clientes y de proporcionarles inteligentes consejos. En la primera parte de la novela se cuentan algunas de estas historias y su feliz resolución.

Luego la acción se centra en el propio Geun-bae, de quien conocemos su trayectoria profesional y sus verdaderas aspiraciones. Min-sik cambia de actitud con respecto a él –y al negocio–, hasta el punto de que los dos se hacen muy amigos.
Como la anterior, esta segunda novela resulta agradable y simpática. Literariamente es muy sencilla en el estilo y en el desarrollo de los personajes. Pero lo importante es su contenido: transmitir de manera esperanzada que las personas y las situaciones, todas cotidianas, pueden cambiar a mejor si uno adopta la actitud apropiada, ayudando siempre a los demás. Como ha explicado el autor en una entrevista, “quise transmitir que merece la pena vivir y que vale la pena seguir adelante. Aunque yo no soy nadie para enseñar a los demás, deseaba que comprendieran que su vida tiene valor, y que a veces es necesario transformarse, reconocerse y dar importancia a lo que nos rodea”.