Una versión de esta reseña se publicó en el servicio impreso 51/15
No es frecuente encontrar un ensayo que convierta la vida ordinaria del ser humano en materia filosófica. Menos aún es proponer esa vida ordinaria como objeto principal de la filosofía. Pero eso es lo que hace Josep Maria Esquirol: afirmar que el ser humano comprende quién es y en qué consiste su existencia, no mediante abstractas elucubraciones, sino reparando en el carácter constitutivo de las realidades que nos son más próximas, empezando por uno mismo. Como él mismo dice, “el fondo –o e ...
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.