Resulta muy oportuna, en tiempos de pandemia, la reedición de este magnífico libro sobre la gran epidemia que asoló el mundo durante la Edad Media. Su autor, Ole J. Benedictow, reputado profesor de Historia Medieval en la Universidad de Oslo, realiza una exhaustiva investigación y da cuenta de las enormes dimensiones y consecuencias de lo ocurrido.
El libro dedica atención también a otras epidemias y señala que el relato más antiguo de una peste con el que contamos es el que se narra en el Libro de Samuel. Menciona también los relatos de otros lugares, como la India o China, donde están documentadas varias epidemias, incluso en tiempos recientes.
En el caso de la peste, en su origen destaca el papel de las ratas y pulgas que transmitieron la enfermedad al hombre. El comercio marítimo fue un factor importante para su rápida propagación. Benedictow sitúa en la Horda de Oro, ese amplio territorio que abarcaba las actuales Kazajstán, Ucrania y Rusia, el punto focal del virus.
Además de analizar con minuciosidad su difusión por las diversas áreas geográficas, se detallan ampliamente las consecuencias de la peste negra y sus efectos demográficos, sociales y culturales. La población descendió un 60%, por ejemplo. Se calcula que, de los 80 millones de habitantes de Europa, la enfermedad acabó con 50 millones. Se trata de una mortandad, según aclara Benedictow, superior a la de las dos guerras mundiales.
La caída demográfica provocó una elevada demanda mano de obra y la consiguiente subida de su coste. El panorama económico y social cambió, y la nueva situación aceleró el surgimiento de la economía de mercado. Pero la peste también tuvo consecuencias en la cultura y la mentalidad de la gente, y afectó sus actitudes religiosas. Hubo una mayor preocupación por el “arte del buen morir” y se construyeron muchas iglesias en la época.
Según Benedictow, a pesar de estas profundas transformaciones sociales, en la mentalidad colectiva prevalecía la idea de que al final todo volvería a ser como antes y la vida tomaría el ritmo de siempre. Solo poco a poco se fue tomando conciencia del cambio.
El libro, muy documentado, nos permite apreciar la magnitud de esta pandemia que asoló al mundo en la Edad Media.