Marcel Pagnol, La gloria de mi padre, El castillo de mi madre

La gloria de mi padre. El castillo de mi madre

EDITORIAL

TÍTULO ORIGINALLa gloire de mon père. Le château de ma mère

CIUDAD Y AÑO DE EDICIÓNMadrid (2023)

Nº PÁGINAS374 págs.

PRECIO PAPEL26,95 €

PRECIO DIGITAL11,99 €

TRADUCCIÓN

GÉNERO

Recupera la editorial Siruela en un solo volumen las dos obras más emblemáticas del dramaturgo, director de cine y escritor francés Marcel Pagnol (1895-1974): La gloria de mi padre y El castillo de mi madre. Pagnol escribió también El agua de las colinas y otras novelas también muy leídas en su tiempo.

En La gloria de mi padre, publicado en 1957, a través de breves capítulos el autor desgrana recuerdos de sus primeros años (la escuela, el veraneo, las aficiones cinegéticas de su padre y de un tío suyo…), con afecto hacia las personas (padres, hermanos y otros parientes), con frecuentes toques de ironía, pero sin ridiculizar a nadie. También señala algunos hechos decisivos en su formación: las primeras lecturas, el descubrimiento de la naturaleza en los paisajes provenzales, el despertar de la curiosidad y de los deseos de aprender…

Al hilo de los recuerdos, de múltiples detalles que denotan grandes dotes de observación, en un tono amable y distendido, Pagnol presenta las costumbres y las ideas de la época y los puntos de vista de los mayores tal como los interpretaba entonces aquel niño perspicaz: los contrastes entre la vida urbana y la rural; entre el noble idealismo, un tanto quijotesco, a veces, del padre y el sentido común de la madre; algunas discusiones sobre política…

En El castillo de mi madre, los personajes y el ambiente son los mismos. Buena parte de la acción transcurre durante unas vacaciones de verano, con nuevas andanzas cinegéticas; la amistad entre Marcel y Lili, un joven pastor de la zona que le enseña numerosos trucos y que, a su vez, admira a su amigo de la ciudad; las relaciones entre Marcel y sus hermanos más pequeños…

Pagnol describe muy bien esa edad en que todo es grandioso, en que los chicos imitan a los grandes aventureros y en la que, por otra parte, se enfrentan a las primeras dificultades, como el miedo, el sufrimiento de los demás o las pequeñas obligaciones que alteran, a veces, la dicha de una edad en la que vivir es jugar.

Si en la primera parte la figura destacada era la del padre, en esta es la de la madre, pero el modo de presentar a uno y a otra es distinto. En La gloria de mi padre, el progenitor aparece como un hombre de acción y de grandes principios; aquí, la figura de la madre tiene un papel menos relevante en apariencia, más maternal, más sosegado, pero no menos sugerente ni menos influyente, con su sentido común, su generosidad infatigable, su delicadeza y su optimismo. Con su prosa ágil y lírica, y con sus amenos diálogos, Pagnol consigue que los lectores sean atraídos por unos personajes convincentes, en su honradez llena de naturalidad.

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