Desde que los humanos descubrimos que habían existido especies que se extinguieron nos hemos interrogado por el aspecto real en vida de esos seres del pasado. A ello se refiere el subtítulo de esta obra: El arte y la ciencia de reconstruir a nuestros antepasados (y otras criaturas).
Ahora bien ¿cómo se puede saber cuál era su comportamiento, su expresión facial, la forma exacta de de sus músculos, el color de la piel o la distribución del pelo y su textura? Son preguntas muy difíciles, pues los materiales orgánicos blandos, imprescindibles para contestarlas, no fosilizan. Sin embargo, la reconstrucción morfológica de los seres vivos “forma parte del proceso de visualización de las hipótesis que se establecen a propósito de la biología de las especies extintas, y la plasmación gráfica de dichas hipótesis es esencial para el especialista”.
En este sentido, el trabajo de Mauricio Antón representa un papel de primer orden, pues su prestigio en el campo de la reconstrucción artística de especies pretéritas es reconocido internacionalmente. Antón ha ilustrado numerosos libros y artículos científicos en diversas revistas especializadas (National Geographic, Nature, Journal of Human Evolution, etc.) y ha dado vida a gran cantidad de seres extintos en documentales de la BBC, Discovery Channel, etc.
A lo largo de los ocho capítulos del libro, el autor nos pone ante la reconstrucción de algunos de los miembros más famosos de nuestra familia biológica. Entre sus numerosos trabajos destacan el haber puesto rostro a los humanos que vivieron en Atapuerca (España) o en Dmanisi (Georgia); también ha reconstruido el aspecto en vida de homínidos africanos, como el Paranthropus robustus de Drimolen, o de animales prehistóricos, tales como los tigres de dientes de sable, y muchos otros.
Antón nos presenta un libro original con el que nos propone una forma poco usual de acercarnos a la historia natural de la vida en la Tierra. Con un lenguaje claro y divulgativo, nos ofrece una aproximación original a la paleontología. Su aportación consiste en ver cómo serían en vida las especies extintas según las reconstrucciones artísticas a partir de los restos fosilizados que se han podido recuperar, así como de los entornos en los que debieron de vivir.