Biografía de ficción del clérigo episcopaliano Francis Prescott, fundador de un internado masculino preparatorio para la universidad, St. Justin Martyr, que se convierte en el más prestigioso y exclusivo de los Estados Unidos. La biografía es obra de otro clérigo, Brian, un joven que llega a St. Justin cuando Prescott tiene ya ochenta años y desde el primer momento se siente fascinado por la personalidad del fundador. En realidad, más que la biografía, Auchincloss nos da los materiales: el diario de Brian y algunos escritos de familiares, amigos y antiguos alumnos de St. Justin.
El libro fue publicado en 1964 y se refiere a la América de los años de la Segunda Guerra Mundial y la posguerra. Lo que hace de este libro una lectura atrayente es el contrapunto entre el Prescott que se desprende del diario de Brian -hombre admirable, entregado, devoto- y el Prescott descrito por otros testigos: prepotente, cínico, cruel e incluso no creyente o con algún rasgo diabólico. Al lector le corresponde la tarea de “mediar” entre estos dos Prescott. Esa es la forma, inteligente, que tiene Auchincloss de entretener y de intrigar a quien lee El rector de Justin, considerada su menor novela.
El ambiente episcopaliano norteamericano revela ya lo que luego siguió en aumento: una concepción más bien pragmática de la religión con poco énfasis en la interioridad. No faltan algunas puyas a la Iglesia católica, con los acostumbrados tópicos de algunos protestantes.
Louis Auchincloss (1917-2010) fue un longevo escritor norteamericano, que compaginó la literatura con la abogacía. Procedente de una de las familias importantes del país, muchos de sus libros -y este no es una excepción- tratan de los méritos, las contradicciones y no pocas veces la hipocresía de la clase dirigente en la primera mitad del siglo XX, cuando dominaba socialmente la gente wasp (White, Anglo-Saxon, Protestant).