Una versión de esta reseña se publicó en el servicio impreso 47/15
Este pequeño libro, que se lee en una tarde, es un fogonazo de luz y, sobre todo, de calor, una maravilla de relato. Yotán es un chico con discapacidad intelectual que al morir su madre y ser abandonado por su padre, acaba sumándose al grupo de discípulos que siguen a Jesucristo, de quien es contemporáneo.
Esta es la historia del evangelio, de la buena nueva contada aquí por quien supuestamente no comprende. Está narrada como lo haría quien vive totalmente en el presente y siente lo más importante: cuando se es querido. Frente a eso las parábolas, los milagros o lo que pasa –con quién o no habla Yotán, lo que le dicen, lo que ve, escucha, etc.– no son objeto de interpretaci…
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